Estimado Vicente:
Me dirijo a ti por tu nombre de pila no por irrespetuoso, si no por que así, hablando de tú, en confianza, estoy seguro que fluirán mejor las ideas. Antes que nada quisiera decirte que nunca pensé que en el caso de que ganaras la elección tu triunfo fuera reconocido. El día de la elección toda mi familia estaba reunida muy pendiente de los resultados, digo para confirmar lo de pasadas elecciones, y así que cuando escuchamos las primeras encuestas de salida, después al IFE y finalmente la confirmación de Zedillo en lo particular a mi me invadió primero la incredulidad, el asombro, la alegría, la esperanza y ahora después de casi 100 días una gran preocupación.
Verás, me llamó mucho la atención tu declaración en el sentido de que ya hemos perdido mucho tiempo, decías que los que estamos como yo, en buena posición, no tenemos prisa por los cambios, pero que la inmensa mayoría del pueblo sí la tiene ¡ y mucha !. Tienes toda la razón México no puede perder ni un minuto más.
Para mi los objetivos que planteas en tu discurso cotidiano están más que claros. Lo que me preocupa es el ¿cómo? y no porque dude de tus buenas intenciones o de tu capacidad de gestión sino por que el tamaño del reto es increíble.
En la Unión Europea señalaron con toda razón que hay mucho que hacer – yo diría que todo- en materia de corrupción y transparencia, lo que trajo a mi memoria aquello que dicen de que la “corrupción somos todos? Y me pregunto ¿cómo le vas a hacer? ¿cómo le vas a hacer para que el voto de confianza que te otorgaron se traduzca en confianza plena en tu liderazgo? ¿cómo le vas a hacer para que el pueblo se deje conducir y colabore efectivamente con las acciones de gobierno?
Si no logras que tengan confianza, no solo en ti, si no en todo tu equipo de trabajo, a las primeras de cambio retirarán el voto de confianza y sin su apoyo no podrás lograr mucho que digamos. Pienso que tenías toda la razón cuando mencionaste, en esa misma gira por Europa, que si tu gobierno no cumple será el más detestado.
El hecho es que pocos hacemos nuestra la frase “México Creo en Ti”
Han sido muchos los años los que el pueblo ha sufrido y como dice el dicho, la “burra no era arisca”. Así hoy la gran mayoría, los que tienen prisa, luchan solo por SU estricta supervivencia y esto es lo más inconveniente que pueda haber cuando de colaborar y de valores se trata. Los otros, esos, los que lo lograron a pesar de los pesares, de buena o mala manera, salir adelante, como bien comentaste no tienen prisa.
Y estoy seguro que los dos grupos después de tantos años de ver la basura fuera de su lugar ya les parece la cosa más natural del mundo. La corrupción pareciera que se ha embebido en muchos de nosotros. La basura fuera de su lugar, hacer “horas pompa” en las oficinas, aceptar sobornos, dar mordidas, pasarse un alto, tirar el agua, usar “diablitos”, ser indiferentes ante los problemas de su comunidad, esperar todo del gobierno, hacer lo indispensable o nada si es posible, subir y vivir a costa de los demás... ¡de lo que sea!, son parte de lo cotidiano.
Y para acabarla de amolar hay un tercer grupo, aquélla elite que hoy ya está buscando ponerte piedritas en el camino por aquello que si el poder no es mío, que no sea de nadie, punto y aparte los grandes intereses económicos que puedes afectar en tu afán.
Así que el tamaño del reto, como te comente, me lleva a una gran preocupación y recurrentemente al ¿cómo le vas a hacer? Porque no se trata solo de re estructurar al gobierno, de poner nuevas caras al frente, meter en caso dado alguno que otro corrupto a la cárcel, ni de programas bien pensados que puedan ser bien instrumentados por los funcionarios honestos y capaces que seguramente serán los de tu gabinete. Pienso Vicente que no se trata solo de eso, pienso que para todo ello se requerirá de un insumo esencial: un pueblo que colabore decididamente, que sepa esperar a los resultados porque lo que propones lleva tiempo, que confié plenamente en el liderazgo de tu gobierno.
Me dirijo a ti por tu nombre de pila no por irrespetuoso, si no por que así, hablando de tú, en confianza, estoy seguro que fluirán mejor las ideas. Antes que nada quisiera decirte que nunca pensé que en el caso de que ganaras la elección tu triunfo fuera reconocido. El día de la elección toda mi familia estaba reunida muy pendiente de los resultados, digo para confirmar lo de pasadas elecciones, y así que cuando escuchamos las primeras encuestas de salida, después al IFE y finalmente la confirmación de Zedillo en lo particular a mi me invadió primero la incredulidad, el asombro, la alegría, la esperanza y ahora después de casi 100 días una gran preocupación.
Verás, me llamó mucho la atención tu declaración en el sentido de que ya hemos perdido mucho tiempo, decías que los que estamos como yo, en buena posición, no tenemos prisa por los cambios, pero que la inmensa mayoría del pueblo sí la tiene ¡ y mucha !. Tienes toda la razón México no puede perder ni un minuto más.
Para mi los objetivos que planteas en tu discurso cotidiano están más que claros. Lo que me preocupa es el ¿cómo? y no porque dude de tus buenas intenciones o de tu capacidad de gestión sino por que el tamaño del reto es increíble.
En la Unión Europea señalaron con toda razón que hay mucho que hacer – yo diría que todo- en materia de corrupción y transparencia, lo que trajo a mi memoria aquello que dicen de que la “corrupción somos todos? Y me pregunto ¿cómo le vas a hacer? ¿cómo le vas a hacer para que el voto de confianza que te otorgaron se traduzca en confianza plena en tu liderazgo? ¿cómo le vas a hacer para que el pueblo se deje conducir y colabore efectivamente con las acciones de gobierno?
Si no logras que tengan confianza, no solo en ti, si no en todo tu equipo de trabajo, a las primeras de cambio retirarán el voto de confianza y sin su apoyo no podrás lograr mucho que digamos. Pienso que tenías toda la razón cuando mencionaste, en esa misma gira por Europa, que si tu gobierno no cumple será el más detestado.
El hecho es que pocos hacemos nuestra la frase “México Creo en Ti”
Han sido muchos los años los que el pueblo ha sufrido y como dice el dicho, la “burra no era arisca”. Así hoy la gran mayoría, los que tienen prisa, luchan solo por SU estricta supervivencia y esto es lo más inconveniente que pueda haber cuando de colaborar y de valores se trata. Los otros, esos, los que lo lograron a pesar de los pesares, de buena o mala manera, salir adelante, como bien comentaste no tienen prisa.
Y estoy seguro que los dos grupos después de tantos años de ver la basura fuera de su lugar ya les parece la cosa más natural del mundo. La corrupción pareciera que se ha embebido en muchos de nosotros. La basura fuera de su lugar, hacer “horas pompa” en las oficinas, aceptar sobornos, dar mordidas, pasarse un alto, tirar el agua, usar “diablitos”, ser indiferentes ante los problemas de su comunidad, esperar todo del gobierno, hacer lo indispensable o nada si es posible, subir y vivir a costa de los demás... ¡de lo que sea!, son parte de lo cotidiano.
Y para acabarla de amolar hay un tercer grupo, aquélla elite que hoy ya está buscando ponerte piedritas en el camino por aquello que si el poder no es mío, que no sea de nadie, punto y aparte los grandes intereses económicos que puedes afectar en tu afán.
Así que el tamaño del reto, como te comente, me lleva a una gran preocupación y recurrentemente al ¿cómo le vas a hacer? Porque no se trata solo de re estructurar al gobierno, de poner nuevas caras al frente, meter en caso dado alguno que otro corrupto a la cárcel, ni de programas bien pensados que puedan ser bien instrumentados por los funcionarios honestos y capaces que seguramente serán los de tu gabinete. Pienso Vicente que no se trata solo de eso, pienso que para todo ello se requerirá de un insumo esencial: un pueblo que colabore decididamente, que sepa esperar a los resultados porque lo que propones lleva tiempo, que confié plenamente en el liderazgo de tu gobierno.
¿Cómo le vas a hacer?