domingo, 29 de mayo de 2011

Pánico

-¿Sabes que siempre rehuí las responsabilidades? Y lo peor del caso es que ¡No me daba cuenta!

-Pero… ¿Por qué dices eso? Si para ser un profesional como tú, exitoso, lo que necesitas es ser justamente eso… ¡Responsable!

La respuesta resultó ser muy sencilla: mi amigo se apegó con toda disciplina al comportamiento ordenado en el inciso “c”, cláusula III, capítulo MCMXI, del Libro del Debe Ser para los profesionales como él.

Jamás en toda su vida se atrevió a involucrarse con nada ni con nadie fuera de lo establecido en el procedimiento, ¡Vamos! Ni siquiera con él mismo. Había vivido en la más absoluta inconsciencia del pánico que le causaba vivir fuera de la reglas. Pensaba que era feliz y para todos los efectos dueño de su vida, naturalmente en los términos del Capítulo MCMX del mismo libro.

Desde su infancia fue víctima del arma preferida de los grandes depredadores, el pánico, que le fue infundido hasta convertirlo en un paralítico emocional. Un muerto viviente con una patética sonrisa de felicidad pintada en el rostro. Un zombi funcional en todos los aspectos útiles al propósito de sus controladores / explotadores / victimarios.

Ahora bien ¿Cuántos millones de zombis existen, que se piensan exitosos, libres, felices…? ¿Cuántos millones de zombis, que pueden ser agentes de cambio, permanecen encerrados tras la falsa seguridad de una burbuja de cristal, paralizados y controlados por un miedo que no atinan siquiera a percibir?

Con el más absoluto respeto, ¿Qué fueron los Martí, los Sicilia, los Wallace, los Escobedo, los Lebarón, hasta antes de la tragedia? Ellos tuvieron que experimentar en carne propia un intenso dolor para reaccionar y emprender la lucha. Prácticamente solos, ignorados por quienes aún zombis, nos mostramos inmunes al olor de la cloaca que rebosa de inmundicia.

Hoy podemos ver, en vivo y en directo, el despertar de muchos pueblos que reaccionan ante la inequidad, la injusticia y la explotación a la que han sido sometidos. Las explosiones del descontento árabe se extienden ya a otras regiones del orbe. De España, la madre patria, el movimiento de “la acampada” se trasladó ya a otros países miembros de una Unión Europea agobiada por crisis económicas remanentes de la recesión global del 2008 y un liderazgo ciertamente nada ejemplar.

Sin embargo México continúa observando al pie de la letra el rol que el libreto indica como se desprende del lamento que expresó el presidente Felipe Calderón, …En el mundo hay cosas que se reconocen de México y nosotros encontramos la manera de que se vea mal y que se arruine ¿Qué nos reconocen? ¡Perdón! ¿Qué le reconocen? ¿Seguir sus indicaciones?

Para despertar, recuperar y sentir la vida, mi amigo tuvo que experimentar una muy fuerte sacudida. Solo así pudo primero reconocer el miedo que le impedía redactar su propia historia y después, tirar a la basura el libreto que algún desconocido había escrito para muchos como él. Cabe la pregunta ¿De qué tamaño tiene que ser la tragedia para que reaccionemos? ¿Un muerto en cada familia? ¿Un pueblo amordazado bajo el control absoluto de la corrupción?

“Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto sacrificio, entonces podrá, afirmar sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada." Ayn Rand (1950)

No puedo estar más de acuerdo.

IX ¿Ya iniciaron los trabajos para desarrollar el plan de protección civil y el programa para mejorar la vialidad de Coatzacoalcos? La respuesta es . ¡Excelente!

Con mis mejores deseos,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm

sábado, 21 de mayo de 2011

Tequila shots...


Al grito de ¡Gracias a Dios es viernes! al finalizar la jornada en casi todas las oficinas del mundo, el ritmo de las llamadas telefónicas y los correos electrónicos disminuye sensiblemente hasta casi detenerse…

¡Vamos! Si acaso algún despistado hace llamadas telefónicas o envía correos –naturalmente con copia a su jefecito para que se dé cuenta de su entrega al trabajo- a sabiendas de que obtendrá el silencio por respuesta…

Pero ¡Qué les cuento! El viernes pasado, justo dos minutos antes de que la sacrosanta jornada laboral concluyera, recibí el correo de una compañera de trabajo. Me pregunté ¿Y ahora? ¿Qué mosca le picó? Entonces pensé que viniendo de ella, siempre aplicada, responsable –sin comillas- y con la camiseta bien puesta, tendría que ser un asunto impostergable…

Y con todo el dolor de mí corazón no pude hacer caso omiso, abrí el impertinente correo y sí, era inaplazable, pero no era de trabajo, era un correo de despedida. Ella, precavida como siempre, no quiso morir sin antes despedirse de sus muy apreciados compañeros si resultaba cierto el vaticinio de que el mundo acabará este fin de semana.

Hasta el momento de escribir estas palabras no ha pasado nada y si usted las lee significará que todo fue una gigantesca tomadura de pelo, que el profeta no lo era, que erró sus cálculos, que mal interpretó sus fuentes, que el mundo sigue girando y que nosotros continuamos, como coloquialmente decimos los mexicanos, “vivitos y coleando” a la espera del próximo fin de semana…

Sin embargo el lacónico pero divertido correo de mi compañera, la profecía misma, los comentarios y las reacciones sobre el tema que a escala mundial se han dado, me inducen a pensar que efectivamente el inconsciente colectivo desea que termine ya todo el infiernito que hemos creado y si dicen que no, pregunto…

Viviendo, como vivimos, los efectos del cambio climático… Conociendo el sufrimiento por el hambre, las enfermedades y el sometimiento de muchos pueblos… Enterados de la corrupción política y moral de la mayoría del liderazgo… Conscientes de la pérdida de valores, de las atrocidades, de los crímenes que se cometen cotidianamente… Si como dice el poeta Javier Sicilia, en su Carta a políticos y criminales, “todos estamos hasta la madre”…

¿Qué hacemos en México para transformar el infierno, aparte de quejarnos y criticar sin mayor reflexión? Salvo muy honrosas y valientes excepciones, a quienes, por cierto, dejamos morir solos

Para todos los efectos prácticos, nada.

VIII ¿Ya iniciaron los trabajos para desarrollar el plan de protección civil y el programa para mejorar la vialidad de Coatzacoalcos?

Con mis mejores deseos,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm

sábado, 14 de mayo de 2011

Durmiendo con el enemigo...


“La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás.”

“Un fanático es alguien que no puede cambiar de mentalidad y no quiere cambiar de tema.”

Sir Winston Churchill

Con el debido respeto al discurso del presidente Felipe Calderón, no hay manera de justificar su actuación citando al ex primer ministro inglés Sir Winston Churchill. Si bien es cierto que él perseguía la victoria como el presidente Calderón lo hace ahora, el contexto es absolutamente distinto.

México no vive una guerra contra un enemigo externo. México duerme con el enemigo y en su contra no se ha emprendido ninguna acción. Goza de total impunidad.

Recientemente, en Cancún, en el discurso de clausura de la Conferencia Internacional para el Control de Drogas, el Presidente Calderón afirmó que su gobierno ha estado siempre abierto a la crítica y "propuesta responsable" (sic) en la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado. Es claro que su expresión debió ser un error involuntario pues las propuestas en sí, no pueden ser responsables, si acaso objeto de análisis. Responsable es el sujeto que las autoriza y ejecuta.

Al respecto la crítica ha sido más que abundante, así que lo necesario para que él cambie de estrategia –mentalidad- y considere la opinión de los demás, es una propuesta mejor que la que lleva a cabo.

Una empresa, y el narcotráfico lo es, puede quebrar si le aplican controles en exceso; le encarecen o impiden su acceso a insumos, a recursos humanos, a maquinaria, equipo, a mercados o se le reduce la demanda de sus productos. Es obvio que en el caso que nos ocupa no todo es posible; por ejemplo, no podemos convertirnos en su competencia para desplazarlos de los mercados y mucho menos reducir la demanda en el exterior.

Sin embargo lo que si se pueda hacer, que lo hay, y mucho, tiene que ser todo a un tiempo. Porque si no se hace así el ciego desarrollará capacidades que suplan sus carencias... Esto está más que demostrado en el caso de la delincuencia organizada.

Otro aspecto no menos importante es la actitud que debemos asumir ante el hecho consumado de que la estrategia de seguridad pública ha fracasado, porque no se analizó bien, no se consideraron las consecuencias y el problema hoy, también es nuestro.

La nueva actitud debería incluir el dejar de sentirnos víctimas de lo que ocurre en los EEUU. Dejar de esperar su ayuda y si bien es cierto que la buena vecindad importa, dejar de hacer su trabajo sucio para enfocarnos primordialmente en brindar seguridad a los ciudadanos mexicanos en su vida cotidiana.

En ese contexto, una de las principales líneas de acción sería llevar el combate muy lejos de la ciudadanía asignando como única encomienda a las fuerzas armadas sellar nuestras fronteras, costas y puertos para evitar el ingreso al país de armas, dinero e inmigrantes que después se convierten en sicarios.

Y ni que decir que el liderazgo más allá del discurso, deberá actuar con absoluta ejemplaridad con hechos, -particularmente en contra de la impunidad en todos los aspectos y niveles del gobierno- de su real compromiso con la transformación del país como único medio para que el ciudadano recupere la confianza perdida y se sume a la tarea.

VII ¿Ya iniciaron los trabajos para desarrollar el plan de protección civil y el programa para mejorar la vialidad de Coatzacoalcos?

Con mis mejores deseos,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm

sábado, 7 de mayo de 2011

Con copia a Mamá

Queridos Pingo y Guille:

Un sentimiento constante en mi vida es la inmensa gratitud hacia el Amor que me ha concedido la maravillosa experiencia de ser Papá. Porque hijos, ustedes provienen de él como muestra de la vivencia más profunda del maravilloso misterio de la vida, expresado en y a través de, mi amadísima esposa, su Madre.

Sin embargo ¡Cuántos sin sabores le hemos causado!… ¡De cuántos momentos de su tristeza somos responsables!... ¡Cuán insensibles hemos sido ante sus lágrimas!... ¡Cuán ignorantes nos hemos visto al dudar por momentos de su afecto!... Y todo por no comprender las múltiples motivaciones y expresiones de su Amor.

Ustedes, y yo en mi oportunidad con su Abuelita, en muchas ocasiones nos hemos sentido incomprendidos y lejanos de su afecto.

Pero hoy entiendo que jamás hubo incomprensión y que jamás nadie puede estar lejano del afecto de una Madre.

Y sí, hoy es 10 de Mayo, una fecha tal vez demeritada por hacer puntual el desagravio al buscar en un solo día, con un regalo y una flor acaso, borrar las culpas y brindar el reconocimiento que debería ser un acto permanente a la inmensa capacidad de amar de su querida Mamá.

Porque ustedes son su orgullo y son sus ojos; porque ustedes son su joya más preciada y el más hermoso regalo que ella, su madre, tuvo jamás.

Así que Hijos Míos, reconózcanse como eso, sus hijos, y permitan que de lo más profundo de su alma surja, tal vez como un breve susurro...

“Te Quiero Mucho, Mamá”

Su Papá que los ama, hoy y siempre.

Ccp. Mamá.

La versión original de la carta la escribí once años atrás para mis hijos, Pingo y Guille, cuando esperaba el vuelo de regreso a casa. El 10 de mayo del año 2000 para ser exactos. Al concluirla me emocioné tanto que sin pensarlo la mostré a una señora que como yo esperaba en el asiento contiguo.

Ella, extrañada en un principio, aceptó darle lectura solo para finalizar profundamente emocionada y con lágrimas en su rostro. En ese momento solo atinó a pedirme si podía conservarla y se levantó apresuradamente. Nunca más la he vuelto a ver.

Ese día di por supuesto el motivo de su llanto, era el texto que habría tocado una fibra muy sensible de su maternidad. Hoy, a once años de distancia, pienso que también cabe otra posibilidad. Pudo ser una hija que se juzgó culpable, como yo inconscientemente al redactar el escrito, de no haber dicho mil y una vez:

“Te quiero mucho Mamá”

VI ¿Ya iniciaron los trabajos para desarrollar el plan de protección civil y el programa para mejorar la vialidad de Coatzacoalcos?

Con mis mejores deseos,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm