domingo, 24 de mayo de 2009

¡Un final de telenovela!

-Mi Amor… por favor… hoy concluye la telenovela, mejor nos quedamos ¿Sí? Anda, cancela el compromiso y cenamos unos ostioncitos viendo el final… ¿De acuerdo?

-Abstemio Votante, ¡ahora sí que me sorprendes…! Quien lo creyera, ¿Tú picado viendo novelas? ¡Válgame Dios!

-Pues dirás misa y padre nuestro, pero el último capítulo no me lo pierdo… ¿Qué no ves que aunque sea de a mentiritas van a meter al bote al magistrado corrupto ese y a la malísisisima de su hija?

-Si ya sé, pero como bien dices, eso solo pasa en las telenovelas… A ver dime ¿Por qué tanto entusiasmo?

-Mire mi reina, tiene usted toda la razón, pero por algo se empieza… antes ¡que pensar que tocaran esos temas!… Fíjese bien, todos los personajes de la vida nacional salieron retratados… magistrados, jueces, policías, notarios, políticos, parientes incómodos, abogados, custodios, líderes sindicales Todos soberbios y prepotentes... Todos corruptos con negocios chuecos: antros, casas de apuestas, trata de blancas, abusando de quien se deja y del que no también… Pero el capítulo final, va ha estar a todo dar ¡Van a ganar los buenos! ¿Cómo la ve desde ahí? Vale la pena verlo aunque sea de a mentiritas…Anda, compláceme… ¿Nos quedamos?

-¡Contigo no se puede Abstemio! Hum… ostiones ¿Y si los acompañamos con un vinito…?

Y así fue. Los esposos Votante se sentaron a ver el final de la telenovela, disfrutaron de la espléndida botana, degustaron el vinito… y después del último beso de los protagonistas…colorín colorado este cuento ¡digo, esta telenovela! se ha acabado.

¿Acabado? ¿Cómo que acabado? Por favor tiene que continuar pero ¡en la vida real! Hay que convencer a Don Abstemio Votante que está en sus manos, y en las de muchísimos como él, militantes del partido del abstencionismo, que la tragedia nacional pintada en la telenovela también puede tener un final feliz.

Hoy ya nadie puede decir que solo son rumores, chismes de resentidos o acusaciones sin fundamento. El olor del excremento no es más imaginación, es un hecho. El olor está ahí porqué durante muchos años las cloacas del sistema han sido “alimentadas” cotidianamente por los poderes fácticos, depauperando el país y sometiendo la voluntad ciudadana, que no tienen color ni antagonismos, pero si complicidad e impunidad por la permisividad de millones de ciudadanos que militan en el partido del abstencionismo como Don Abstemio Votante.

La confirmación, que no revelación, de la podredumbre nacional que hizo el ex presidente Miguel de la Madrid a Carmen Aristegui, el sometimiento que implica la respuesta de todos ¡Sí presidente! al principal señalado; el silencio cómplice de los medios electrónicos y del propio gobierno estamparon el certificado de origen, el sello de “Hecho en México”, de producto auténtico, a la telenovela que tanto gustó a Don Abstemio Votante a quien seguramente le gustaría vivir en otro país, tal vez en Inglaterra donde, en un acto sin precedentes en la historia de ese país, el “speaker” de la Cámara de los Comunes, Michael Martin, renunció a su encargo por gastos irregulares menores pero no de él… ¡de otros miembros de esa cámara! País donde también por primera vez desde el siglo XVII, fueron excluidos dos lores de la Cámara alta del Parlamento británico por sospechas de soborno.

En tanto ¿Qué se hace en México ante el robo de la partida secreta y tantos otros latrocinios más? Nada, pues la complicidad está de por medio. Entre otras muchas mujeres líderes de opinión –lamento no haber podido incluir en la lista también a hombres- Carmen Aristegui, Denise Dresser, Katia D Artigues, Denise Maerker, Guadalupe Loaeza, Tatiana Clouthier –que ya no milita en ningún partido- están planteando opciones para que los millones de Abstemios Votantes se convenzan y acudan a los comicios para que con convicción otorguen su voto al candidato de su preferencia o si ninguno les convence a anular su voto.

Las fosas sépticas ya rebozan. El olor, las heces, están ahí y son insoportables. Es urgente el concierto de todos para sanear las cloacas y recuperar México.

Finalmente alguien podría preguntarse que por qué el lenguaje a lo que respondo, si me mueve como pato, camina como pato y hace "cua cua" ¿Cómo lo llamaría Usted?; también podrían decir que es el lenguaje del resentimiento por que no me han tocado la mieles del sistema y les diría que el problema no es ser un poco egoista o un poco resentido de vez en vez, el problema es vivir siempre en la avaricia, en la negación o en el resentimiento que eso es en parte la razón por la que estaamos como estamos.

Con mis mejores deseos,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com

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