¡Hay Doña Chonita! ya solo Usted me queda, desde que me salieron las roñas estas, nadie me quiere hablar, ni recibirme en su casa, ni llevarme en la calesa y de visitarme menos… a mi, Doñita, ya nadie me quiere… Bien que me acuerdo de sus palabras cuando las jovencitas en edad de merecer suplicaban mi cortejo…
–Manuel, Hijo mío, no te envanezcas con los halagos que esas que ahora te buscan son tan solo una ilusión, pues cuando uno está en condición tiene amigas a granel, pero si el destino es cruel y hacia un abismo nos tira vemos que todo es mentira y que no hay amiga fiel…”
¿Se acuerda de aquella chinita que moría por mi saludo? Pues ahora cuando a su tienda llego, la puerta en las narices recibo. ¿Y la francesilla aquella de los dulces postres que entusiasmada como estaba por mis quereres hizo viaje especial solo para pasearse en mi banqueta? Hoy dice que de conocerme nada…
Cuando me empecé a sentir mal Doña Chonita, hubo quienes me enviaron ayuda pero solo para aliviar su conciencia… pues hoy ya ni el saludo me dan, y si, en cambio, a mi paso rebozan el pañuelo saturado de perfume dizque para protegerse del mal…
Y la maledicencia de la gente no deja descansar su lengua, que si es un castigo divino por mi conducta casquivana, que si no más le estoy haciendo al cuento para llamar la atención, que si me estoy haciendo la víctima para allegarme alguna limosnita, que si la roña me salio por ponerme agua bendita siendo el pecador que soy, que si Don Lucas, el farmacéutico me enfermó solo para sacarme el dinero vendiendo cara la cura, que si mis males son de una que conocí y me dejó así… de roñoso…
Si Doña Chonita, las cosas no me han ido bien últimamente…
Dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad… y tal fue el caso de Manuel a quien años más tarde encontraron sentado en un pequeño banco escondido en el fondo de una maloliente bodega, cuando entre los humos del alcohol y sollozos, como alma en pena musitaba “A mi nadie me quiere…”
¿Qué cómo llegó a tan triste estado? Doña Chonita nos cuenta que su historia realmente triste fue. La fortuna se le escurrió de entre las manos, las roñas le contagiaron y de sus amigas ¡ninguna fue fiel!
Con mis mejores deseos…
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
Las ideas son por los demás... así que en este espacio encontrarás las ideas que antes no lo eran por quedarse en la intimidad de mis temores. No serán buenas, ni malas, acaso ideas que lo serán por tí.
domingo, 3 de mayo de 2009
6 comentarios:
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Gracias Físico por su blog. Esta historia de Manuel me recuerda un artículo que leí allá por 1985 respecto a Rock Hudson, que decía algo similar: nadie lo quería ni tocar por tener SIDA. En esa época se creía que el SIDA se transmitía por saludar de mano. Posteriormente se comprobó que no era así. Hay enfermedades en cuyo incio se desconoce su contagio, como en estos momentos: la gente no quiere comer cerdo, porque no quiere que les transmita la "influenza porcina". Ya la OMS anunció que el contagio es de hombre-hombre y no por comer puerco. Es inverosímil el trato que están recibiendo los mexicanos en China, con el pretexto de evitar que contagien a la gente allá. Con todo esto sólo crece mi admiración por la Madre Teresa de Calcuta que, sin temor alguno, estuvo ayudando a los leprosos y no le pasó nada... ¡Murió por vejez! De la misma manera deberíamos actuar ante situaciones críticas, ayudando a los demás y no segregándolos.
ResponderBorrarLa moraleja de esta triste historia, es que el pobre manuel nunca tuvo amigos , los amigos o son verdaderos o no son amigos. Si tú carro se descompone, por favor háblale al que quieras probar . El que vaya contigo, aunque lo más seguro es que no te ayude , a menos que sea mecánico , pero lo que comprobarás es que ese si es tú amigo . así que a cuidarlo. En la vida , se tienen muchos compañeros, pero muy pocos , pocos amigos.
ResponderBorrarSaludos con la seguridad de que las enfermedades , no toquen mi querido Coatzacoalcos, recibe un fuerte abrazo.
Se tienen muchos amigos cuando la fortuna nos sonríe o cuando ven en uno el medio para obtener algun provecho pero cuando se pierdes la fortuna o ya no sirves a sus propósitos o representas una amenaza, simplemente se acaban los amigos y te cierran la puerta en la punta de las narices. Ese es el caso de México, ante la crisis económica nos alabaron y buscaron nuestra amistad por el potencial que representamos en America Latina pero bastó la influenza para que los "amigos" nos volvieran la espalda. Sarkosy proponiendo la cancelación de los vuelos a México, Alemania etiquetando a la influenza como "Mexicana", China literalmente "enchiquerando" a los Méxicanos y otros paises por el mismo camino. Esto debe servirnos de lección para hacer oídos sordos al canto de las sirenas y fortalecer lo que es propio desde dentro. Solo así obtendremos el respeto que merece nuestro país. Saludos cordiales,
ResponderBorrarEnrique Chávez Maranto
COMO SIEMPRE MI QUERIDO ENRIQUE, PONIENDO EL DEDO EN LA LLAGA CON VERDADES QUE DUELEN PERO GENERALMENTE SON CIERTAS, DESGRACIADAMENTE NO TE DAS CUENTA DE QUIEN ES TU VERDADRO AMIGO HASTA QUE CAES EN DESGRACIA, YA QUE CASI SIEMPRE TE TASAN POR LO QUE TIENES O REPRESENTAS, PERO POCAS VECES POR LO QUE REALMENTE ERES, Y SI ESTE ES EL MEDIO PARA SABERLO, PREFIERO VIVIR EN LA IGNORANCIA Y CONSIDERAR A MIS AMIGOS DE ACUERDO A MIS PROPIOS SENTIMIENTOS, EN ESPERA DE SER CORRESPONDIDO.
ResponderBorrarRECIBE UN FUERTE ABRAZO AMIGO.
No es reproche mio, lo leí en un blog y la persona que escribía comentaba: ¿dónde están los amigos exiliados de Pinochet?, ¿y los que huían del militarismo Argentino? ¿y los hermanos cubanos? ¿que de los Uruguayos? ¿y los refugiados españoles? ¿y nuestros amigos de la Draga?
ResponderBorrarCuanta razón tiene su historia.
Showmbly
Excelente relato Enrique, los temas se la vida diaria son los que llegan al corazón.
ResponderBorrarGracias por compartir!