domingo, 18 de abril de 2010

Tal para cuál

Primera parte: “2007, Unos leñadores hallaron a una mujer que se perdió en la jungla del noroeste de Camboya hace 18 años… tiene en la actualidad 27 años… no puede hablar ningún idioma comprensible… el jefe de la policía de la comunidad de Oyaoa se refirió a ella como “mitad humano, mitad animal”… el más famoso (caso) es quizás el hallazgo de Víctor de Aveyron quien nunca se adaptó a la vida social…”

Hallazgos similares se han presentado en la India, en España y en otros países donde se han localizado a hombres y mujeres que crecieron alejados de todo contacto humano.

¿Cómo sobrevivieron? Esta es la primera pregunta de quienes no conciben una vida fuera de una sociedad segura, confortable y reglas de “convivencia” asimiladas a lo largo de muchas generaciones. ¿Beber agua de un arroyo que vaya usted a saber por donde habrá pasado? ¿Dormir al aire libre expuesto a las alimañas? ¿Caminar descalzo? ¿Sufrir las inclemencias del tiempo sin abrigo? ¿Y si me enfermo? ¿Luchar por mi vida? Pues si, con todos esos “inconvenientes” la naturaleza del Ser corresponde en gran medida al entorno donde se desarrolla. Lo que para nosotros es inconcebible, para los hombres y mujeres “salvajes” es lo natural. Para ellos los “salvajes” somos nosotros.

Ellos “se hicieron” al medio en que les tocó vivir. Nosotros nos hemos hecho al medio donde nos ha tocado vivir. Somos como somos por todo lo que nos rodea. Así, cuando escucho a la gente quejarse de los políticos, pienso que son como son justamente por todos los ciudadanos que les rodean y les han permitido ser. Nos debemos mutuamente, somos “tal para cual”.

Segunda parte: Cuando jugamos al “Quita y pon” y la perinola deja de girar, nos emociona ver que la leyenda sea “toma todo”. Así queremos que sea siempre, recibir todo y poner lo mínimo indispensable o nada. ¿Dar el valor equivalente a lo que he recibido? No hombre eso es de tontos… ¡regatea! ¿Vender a precio justo? No hombre eso es de tontos… ¡Hay que ganar lo que se dejen!

Cuando escucho a la gente quejarse de los ricos por la inequidad y la explotación que ha convertido a millones de seres humanos en pobres, pienso que esto es así justamente porque los ciudadanos así lo han permitido. Nos debemos mutuamente, somos “tal para cuál”.

Así que si desea un México mejor, más equitativo, donde pueda caminar seguro, donde prevalezca el interés del pueblo antes que el interés de unos cuantos… deje de ser “tal para cual”. Conviértase en el ciudadano que exige sus derechos, pero que también cumple puntualmente con sus obligaciones. Un primer paso será apagar el televisor y acudir a las urnas el día de las próximas elecciones para que ahí, en la intimidad, recordando que usted es México y México es usted, con convicción haga lo correcto ¡Vote por México!

No tengo la menor duda que un solo acto de voluntad de los millones de compatriotas que forman parte del partido del abstencionismo podría transformar el país. Piense también en lo que un hombre humilde, uno de los más grandes científicos de todos los tiempos, dijo en alguna ocasión:

“Cien veces, todos los días, me recuerdo a mi mismo que mi vida interior y exterior, depende de otros hombres, vivos y muertos, y que yo debo esforzarme a fin de dar en la misma manera que he recibido.” Albert Einstein

PD.Ustedes podrán pensar que soy un soñador, pero les aseguro, que no soy el único. Cada vez somos más.

Con mis mejores deseos,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
www.ramari.blogspot.com
Twitter @enriquechm

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