El líder que con humildad reconoce sus limitaciones y con voluntad enfrenta los retos, entiende que siempre habrá y hay una mejor manera de hacer las cosas pero también que el tiempo para actuar no puede esperar siempre a la perfección.
Caso contrario de las voces de la soberbia y el resentimiento que en la coyuntura de la decisión siempre tienen “la” mejor y “única” manera de hacer las cosas pero eso sí, sin asumir responsabilidad sobre los resultados.
Quien es exitoso, enfrenta con toda responsabilidad las consecuencias de las decisiones que toma y en cada ocasión, pierda o gane, a la postre siempre crece al desarrollar las competencias requeridas para tomar con mayor frecuencia decisiones de calidad y para ejecutarlas una vez que las ha tomado.
Es decir la capacidad para tomar buenas decisiones es algo que con disciplina todos podemos tener, los siguientes son algunos “ejercicios” que Usted puede practicar para desarrollar el músculo necesario.
Distinga lo importante de lo urgente. Para mejorar su desempeño dedique espacios separados a lo importante y a lo operativo. El tiempo que dediquemos exclusivamente a lo importante le permitirá decidir cada vez con mayor frecuencia y calidad sobre temas trascendentes. El tiempo dedicado a lo operativo le permitirá ejecutar sus planes con mayor efectividad.
Distinga deseos de necesidades. Si tiene cualquier tipo de limitaciones de presupuesto, al tomar su decisión y desarrollar sus planes distinga muy bien entre lo que realmente necesita y lo que usted desea. Satisfacer los deseos normalmente sale caro y puede significar la diferencia entre el éxito o el fracaso de su proyecto.
No lo piense mucho. Siempre habrá una mejor manera de hacer las cosas. Una decisión imperfecta implica riesgos, pero más vale tomar riesgos a sabiendas que pueden ser controlados y darse la oportunidad, que no hacer nada buscando la perfección. Si bien hay que tomar buenas decisiones… tomar la mejor decisión fuera de tiempo es… ¡Una pérdida de tiempo!
Apéguese a los planes. Los resultados en gran medida dependen de la efectividad en la ejecución de los planes. Nunca deje de escuchar a quien le proponga una nueva forma de hacer las cosas, solo que para cambiar los planes tendrá que estar absolutamente convencido de que es factible y que el cambio no agregará mayores riesgos o costos a su proyecto y por el contrario le representará muchas ventajas. Si el cambio no agrega un valor significativo, continúe con sus planes actuales.
Lo que importa es el promedio. Tomar solo una buena decisión no lo llevará al éxito. Se requiere tomar muchas donde seguramente solo el 20% serán las que mayor valor le representen, del 80% restante usted no estará satisfecho pero la única manera de desarrollar las competencias requeridas para el éxito es ¡Ejercitándose!
Busque siempre crear valor para Usted y los demás. Los “buenos” resultados de las decisiones que solo buscan crear valor para usted no perdurarán. Considere que el valor creado por sus decisiones debe repartirse con equidad entre todos aquellos que participaron este es el principio de un desarrollo personal sustentable.
Con mis mejores deseos para este 2008
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
Caso contrario de las voces de la soberbia y el resentimiento que en la coyuntura de la decisión siempre tienen “la” mejor y “única” manera de hacer las cosas pero eso sí, sin asumir responsabilidad sobre los resultados.
Quien es exitoso, enfrenta con toda responsabilidad las consecuencias de las decisiones que toma y en cada ocasión, pierda o gane, a la postre siempre crece al desarrollar las competencias requeridas para tomar con mayor frecuencia decisiones de calidad y para ejecutarlas una vez que las ha tomado.
Es decir la capacidad para tomar buenas decisiones es algo que con disciplina todos podemos tener, los siguientes son algunos “ejercicios” que Usted puede practicar para desarrollar el músculo necesario.
Distinga lo importante de lo urgente. Para mejorar su desempeño dedique espacios separados a lo importante y a lo operativo. El tiempo que dediquemos exclusivamente a lo importante le permitirá decidir cada vez con mayor frecuencia y calidad sobre temas trascendentes. El tiempo dedicado a lo operativo le permitirá ejecutar sus planes con mayor efectividad.
Distinga deseos de necesidades. Si tiene cualquier tipo de limitaciones de presupuesto, al tomar su decisión y desarrollar sus planes distinga muy bien entre lo que realmente necesita y lo que usted desea. Satisfacer los deseos normalmente sale caro y puede significar la diferencia entre el éxito o el fracaso de su proyecto.
No lo piense mucho. Siempre habrá una mejor manera de hacer las cosas. Una decisión imperfecta implica riesgos, pero más vale tomar riesgos a sabiendas que pueden ser controlados y darse la oportunidad, que no hacer nada buscando la perfección. Si bien hay que tomar buenas decisiones… tomar la mejor decisión fuera de tiempo es… ¡Una pérdida de tiempo!
Apéguese a los planes. Los resultados en gran medida dependen de la efectividad en la ejecución de los planes. Nunca deje de escuchar a quien le proponga una nueva forma de hacer las cosas, solo que para cambiar los planes tendrá que estar absolutamente convencido de que es factible y que el cambio no agregará mayores riesgos o costos a su proyecto y por el contrario le representará muchas ventajas. Si el cambio no agrega un valor significativo, continúe con sus planes actuales.
Lo que importa es el promedio. Tomar solo una buena decisión no lo llevará al éxito. Se requiere tomar muchas donde seguramente solo el 20% serán las que mayor valor le representen, del 80% restante usted no estará satisfecho pero la única manera de desarrollar las competencias requeridas para el éxito es ¡Ejercitándose!
Busque siempre crear valor para Usted y los demás. Los “buenos” resultados de las decisiones que solo buscan crear valor para usted no perdurarán. Considere que el valor creado por sus decisiones debe repartirse con equidad entre todos aquellos que participaron este es el principio de un desarrollo personal sustentable.
Con mis mejores deseos para este 2008
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
A propósito del tema que aborda nuestro querido amigo Enrique en esta ocasión "Lo que Importa es el Promedio", recordé las "Leyes de la Gerencia de Proyectos", o lo que es lo mismo "Tus Proyectos no son la Excepción". A continuación las comparto con ustedes:
ResponderBorrarLEYES DE LA GERENCIA DE PROYECTO.
1.-Ningún proyecto mayor se instaló alguna vez a tiempo, apegado a los presupuestos, con el mismo personal con que lo inició. El suyo no será el primero.
2.- Los proyectos progresan rápidamente hasta que llegan al 90%; luego permanecen en el mismo 90% para siempre.
3.- Una ventaja de los fastidiosos objetivos del proyecto, es que éstos le permiten evitar lo embarazoso de estimar los costos correspondientes.
4.- Cuando todo va bien algo resulta mal.
Cuando ya nada puede empeorar, algo empeorará.
Cuando todo parece mejorar, usted ha pasado algo por alto.
5.- Si al contenido del proyecto se le permiten cambios, el índice de los mismos excederá el índice de avance.
6.- Ningún sistema está, en alguna ocasión, completamente libre de problemas, los intentos para eliminar dichos problemas de un sistema, inevitablemente introducen otros nuevos problemas aún más difíciles de detectar.
7.- Un proyecto planificado al vapor, consumirá un tiempo tres veces mayor del calculado para su terminación. Un proyecto cuidadosamente planificado consumirá solo el doble de tiempo calculado.
8.- El personal del proyecto detesta los Reportes de Avance a causa de que vívidamente manifiestan la carencia del mismo.
Saludos
Luis G. Flores