lunes, 15 de junio de 2009

Laminas nuevas para el techo de Don Jorge...

Para el siguiente diálogo que se habría realizado en al pie de la cama que esta justo al lado de la estufa de la cocina de una vivienda de 3 x 3 mts me basé en la conversación que sostuve hace unos días con Don Jorge, personaje de carne y hueso, quien tiene una perspectiva muy especial sobre los candidatos y los procesos electorales… ¡empezamos!

- ¿Y ahora a quien le toca? Fue lo primero que Don Jorge preguntó a Emilia su esposa quien en esos momentos estaba preparando una tacita de café para iniciar el día.

- Pues, mira, el lunes fueron los azules del PAN, el martes los amarillos del PRD, seguro que hoy nos tocan los rojos del PRI pues los partidos chiquitos dicen que ya no quieren venir a echar dinero bueno al malo y ya ni se paran por la colonia…

- Ya rugiste, hoy nos toca ir de camiseta y gorra roja…

- Pero ya viste como tuve razón en ahorrar un poquito para gastarlo en la campaña… antes te regalaban las cosas pero con eso de la mentada crisis, nos las venden pero eso sí, rete baratas…

- Para que te digo que no, si sí. Tenías razón, las láminas para el techo nos las dieron a 100 pesos, para la camionada de arena para el relleno de la calle solo cooperamos dimos disque para la gasolina y la propina del chofer, pero las despensas… esas si que estuvieron medio caras…

- Ni te quejes viejo, mira que ya quisiera yo que hubiera más campañas... ¡para que siquiera se acuerden de nosotros!

Y así con la curiosidad de lo que traería el candidato en turno, Don Jorge y Doña Emilia, que en esas fechas aprovechaban para comprar laminas, madera, despensas; ir al doctor o al dentista de la brigada médica gratuita patrocinada por el partido; se dispusieron a iniciar un día más en una de las miles de colonias marginadas convertidas en campo de la batalla –perdón ¡de la campaña!- electoral.

Recordé entonces a uno de los más notables aforismos de la política mexicana que pertenece de Don Jesús Reyes Heroles que dice así: […en política, frecuentemente, la forma es fondo.] lo que podría llevar a concluir que la percepción de liderazgo e integridad de un candidato corresponde, frecuentemente, a lo que realmente es y por lo tanto, podríamos otorgar nuestro voto confiados de que no tirará sus promesas de campaña en el bote de la basura después de su elección…

Eso es algo en lo que no está de acuerdo Don Jorge quien desde la perspectiva de quien vive en una colonia marginada -como tantas que solo en las campañas visitan los partidos políticos para atraer el voto legitimador- afirma que a ellos (los partidos políticos) para postular a un candidato, solo les basta la imagen y que el fondo es lo de menos. Y va más allá, al imaginar a los candidatos como los medicamentos que un doctor –el partido- sin escrúpulos receta sin la intención real de curar a su paciente, si no más bien de exprimirlo per secula seculorum jugando con la esperanza de la sanación.

- ¿Y cuando el paciente se da cuenta del engaño? ¿Cuándo el medicamento deja de rendir votos? ¿Qué pasa?…

- Pues nada grave… ¡simplemente cambian la receta! y se recicla el candidato. Para ellos (los partidos políticos) dice Don Jorge, lo que les importa es ganar a toda costa, que si el candidato es un pillo con cara de ángel, no importa. Basta con que hable bonito y que su carita de ángel se traduzca en votos.

- Le pregunto… ¿Qué no habrá candidato que realmente valga la pena?

- Cuando empiezan sí, responde, solo que una vez que pueden comprarse su gran carro, cuando dejan la cerveza por el güisqui, comen en restaurantes de postín y prueban las mieles del poder, los de atrás, nosotros, los de las colonias, atrás quedamos.

- Insisto, y ¿Luis Donaldo Colosio? ¿Qué acaso él no hubiera valido la pena?

- Bueno sí, igual que Maquío y otros grandes, solo que no supieron esperar para abrir la bocota… por eso los callaron.

- Finalmente Don Jorge, dígame por favor, ¿Que esperaría de las campañas…?

- ¡Pues que haya más! ¿Qué no ve que el techo ya tiene láminas nuevas?

Con mis mejores deseos,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com

2 comentarios:

  1. Rosa http://undiaenlavidadesoroska.blogspot.com/15 de junio de 2009, 10:33 a.m.

    Así es y será por secula seculorum o como se escriba. No me queda más que citar a Serrat. “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”

    ResponderBorrar
  2. Felicidades Enrique!
    Excelente reflexión que nos muestra, una vez más, la perversidad de las campañas electoreras.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar

Todos los comentarios son muy bienvenidos ya sea que estés de acuerdo o no con el contenido del artículo. Si te los quedas nos impiden considerar tu punto de vista que es valioso. Puedes seleccionar la opción anónimo y solo si lo deseas firmar con tu nombre. ¡Mil gracias por colaborar! Enrique