sábado, 25 de diciembre de 2010

La gran maestra

Créeme, te lo aseguro, uno de los dos se sorprenderá… Con esta frase inició un acto más de una obra de teatro que permanecerá en cartelera por muchos años más.

La historia inició un día del mes de abril de este 2010 cuando sentado en el jardín disfrutaba de un atardecer que, al escuchar de labios de mi amigo y doctor de cabecera la mala noticia, se tornó súbitamente en noche oscura…

Alguna vez pregunté ¿Cómo podrá el rico disfrutar de su riqueza si nunca ha sido pobre? pensando en aquellos que la cigüeña, instrumento eventual de la fortuna, deposita en pañales de seda donde crecen sin carencias, en la abundancia. Entonces no pensé que esa pregunta también expresaría la metáfora de la vida de muchos de nosotros. A la pregunta respondí que difícilmente los afortunados podrían apreciar realmente su riqueza; al menos no como aquellos que la han construido, “desde abajo”, con el sudor de su frente.

En esa época me jactaba de gozar excelente salud sin conocer lo que significaba realmente “salud”. Solo semanas después de mi 57 aniversario la frase que escuché por el auricular del teléfono celular “…el resultado de los análisis fue positivo. Necesitamos hablar cuanto antes…” me sumió en la pobreza.

Ese día que, como dije el atardecer se tornó en una noche oscura, inicié el camino que hoy me hace reconocer que nunca disfruté de mi riqueza pues sólo hasta que viví la pobreza de mi enfermedad, pude aquilatar las gemas preciosas que hay en el cofre del tesoro de mi vida.

Por un corto trecho caminé solo, acechado por el temor y la incertidumbre hasta que el amor incondicional de mi familia y las palabras de aliento de mis cercanos me permitieron entender que la vida misma, siempre generosa, me impartía clases gratuitas en un curso apresurado donde ya no hubo más teoría solamente quedaba la práctica.

Y así en este último año he aprendido que sentir es vivir; que la tarea es construir nuestro sueño y actuar; que las soluciones correctas son sencillas, elegantes, y las podemos recibir de quien menos esperamos si hay humildad para reconocerlas; que la verdad, nuestra verdad, permanecerá sólo el tiempo justo para concedernos un breve descanso antes de continuar el camino para alcanzar nuevas alturas; que esa nuestra verdad, no es la Verdad pues cada quien tiene derecho a construir la propia; que el amar y el respetar es aceptar sin condiciones, sin juicios; que cuando hay auténtica aceptación la tolerancia sobra y no existe lugar para el ego; que hay que estar dispuestos aceptar los regalos que la vida cotidianamente nos ofrece para alcanzar la felicidad, la salud y el bienestar porque todos somos dignos…

Con esas y otras lecciones aprendidas llegué el miércoles pasado al laboratorio a realizar uno más de mis periódicos análisis clínicos. Fue entonces cuando expresé a mi buena amiga, la química a cargo, la frase que inició esta historia Créeme, te lo aseguro, uno de los dos se sorprenderá…con los resultados.

Así fue, por la tarde al acudir a recogerlos, su franca e iluminada sonrisa, confirmó lo que yo ya sabía. Me dijo entusiasmada que no lo podía creer, al tiempo que me entregó un maravilloso regalo de Navidad: los resultados de mis análisis mostrando una sorprendente mejoría.

Les confirmo, la obra de teatro continuará aún muchos años en cartelera. Hasta que el productor decida, no porque el actor principal, que soy yo, renuncie.

Con mis mejores deseos,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
Twitter @enriquechm

8 comentarios:

  1. Feliz Navidad Enrique! Gracias por compartir tan excelente reflexión. Y así precisamente me quedo después de leerla... reflexionando.
    Solo puedo agregar que espero tener la oportunidad de continuar leyéndote en 2011.
    Un abrazo amigo y que tu hogar siga recibiendo bendiciones!

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  2. Te quiero felicitar más que por lo "larga", por lo "ancha" que demuestra ser tu vida. El otro día ví un tuit tuyo hablando de esos resultados, pero no entendí a qué te referías. Me alegro mucho y me encanta la idea de que no renuncies a tu maravillosa obra de teatro.

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  3. QUE BONITAS PALABRAS, QUE BELLAS REFLEXIONES QUE PROVIENEN DE UN ALMA PURA Y EN PAZ CON LA VIDA.SE NECESITA MUCHA ENTEREZA PARA ENFRENTAR LA VIDA DE ESA MANERA.
    PERSONAS COMO TU NOS AYUDAN A MIRAR LAS COSAS DE OTRA MANERA.
    QUE BIEN QUE HAYAS MEJORADO PARA QUE PODAMOS SEGUIR EN CONTACTO CON TUS MAGNIFICOS TEMAS.
    MUCHAS FELICIDADES PARA TI Y LOS TUYOS, TIENES MUCHO QUE AGRADECER A DIOS.
    UN FUERTE ABRAZO.
    jorge tubilla estefan

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  4. ¡Que buena noticia!
    Y a seguir en el camino, sembrando y cosechando, que la vida es sólo eso.
    Le deseo unos buenos años venideros, llenos de buenos frutos, y cuando la tierra nos dé mala hierba, a arrancarla y seguir adelante.
    Showmbly

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  5. Como siempre sus reflexiones me fascinan, he de agradecerle su animosidad contagiosa, la vida no es fácil, pero de todos modos hay que disfrutarla, estoy segura que cartelera no cambiara, que el niño Jesus le traiga mucha salud y felicidad, le envio mis buenos deseos para ud y su familia. Anna.

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  6. Físico en verdad le digo, es usted una maravillosa persona, bendito sea nuestro señor Jesucristo por darme la oportunidad de conocerlo como un Gran Ser Humano, como un Educado, amable con su calidad humana que lo caracteriza, lo admiro y lo aprecio mucho, usted toda la vida será mi Jefe. Dios lo bendiga a usted y su familia y seguiré leyendo sus líneas en el 2011 si Dios me lo permite. ¡Felicidades! en el nuevo año que está por inciar.
    Elia*

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  7. me sumo a los comentarios deseando leerte muchos años. Gracias y un abrazo

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