domingo, 4 de septiembre de 2011

Había una vez un reino...

Advertencia: El contenido del presente texto no tiene como objetivo producir alarma, temor, terror ni en la población, ni en un grupo o sector de ella, para perturbar la paz pública o tratar de menoscabar la autoridad del Estado o presionar a ésta para que tome una determinación pues todos los personajes, lugares y situaciones que aquí aparecen son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia...

Había una vez un reino que vivía un clima de violencia provocado por crueles facinerosos que cometían, cotidianamente, atrocidades de todo tipo. El rey, verdaderamente preocupado por la situación, después de intentar cuanto estuvo en su mano, preguntó a un anciano sabio… ¿Por qué todos mis intentos por derrotar a la fuerzas del mal han sido en vano?

¿Será acaso que estás combatiendo al enemigo equivocado? –Dijo el anciano- Lo que tu pueblo necesita es alegría de vivir. Pero, dicho con todo el respeto que su Majestad merece, esta no se puede lograr cuando los hijos mueren de hambre; cuando te sientes atrapado en el fondo de un pozo haciendo poco menos que imposible alcanzar la luz de tus anhelos; cuando vives con el cuerpo enfermo y la medicina está fuera de tus posibilidades; cuando llueve y tu casa es una pocilga que no te protege de nada; cuando recurres a la autoridad clamando justicia, seguridad, y obtienes el silencio de la corrupción o la indiferencia por respuesta.

Esto también es violencia. Y no puedo imaginar violencia más cruel mi querido Rey pues mata después de una prolongada y dolorosa agonía. ¡Cómo! –Exclamó el soberano- Si mi señor, las dos son violencia, la diferencia entre ellas es el tiempo en que se tarda en morir.

Su Majestad, mi mejor consejo es ¡Recupere la alegría de vivir de sus súbditos! Combata con igual determinación a las otras bandas. Las de quienes explotan a sus súbditos con jornales de hambre; las que no pagan sus tributos; las de los oficiales deshonestos que derrochan el tesoro o están al servicio de agentes extranjeros; las de quienes mantienen a sus vasallos en la ignorancia; las que no hablan siempre con la verdad para combatir el temor y la incertidumbre que rumor causa; esas bandas que comparten con usted, mi señor, en la corte y en los bailes de palacio...

Todos esos facinerosos que gozan de su favor, son las que mantienen a sus súbditos en el subdesarrollo y la marginación. Alimento ideal para el odio y el resentimiento de aquellos a quienes usted ahora combate. Cambie el abono y crecerá la cosecha.

Así que tal vez, ¡oh poderoso Rey!, equivocó al enemigo.

Se preguntarán él porque de la advertencia inicial. Es muy simple, no vaya alguno a pensar que el texto lleva mala intención, y no es así, es un cuento y cualquier parecido con la realidad, insisto, es mera coincidencia.

Con mis mejores deseos,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm

6 comentarios:

  1. Bello Enrique. tristemente a veces se nos olvida vivir con pasion y lo hacemos por inercia. Junto con la alegria, que vayan también la Fe y la esperanza.

    saludos y buena semana

    @manezedpr

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  2. Me imagino la advertencia es por que no quieres pasar 1,000 años y un día en la mazmorra fría por terrorismo.

    Deberán, ustedes los blogueros y twitteros jarochos, organizarse para ayudar a sus compañeros.

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  3. Me imagino la advertencia es por que no quieres pasar 1,000 años y un día en la mazmorra fría por terrorismo.

    Deberán, ustedes los blogueros y twitteros jarochos, organizarse para ayudar a sus compañeros.

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  4. lupitacasados1@hotmail.com5 de septiembre de 2011, 6:39 a.m.

    Hermoza manera de hacernos refleccionar, aveces el ajetreo de la vida diaria te hace acostumbrarte a vivir como no quieres, como no soñaste ,como nadie se imgino ., aqui en Reynosa asi vivimos....mucho gusto de saludarte, te recuerdo con cariño, saludos a tu familia

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  5. Físico,me imagino también que en este Reyno la gente no sabia ya a quien recurrir, por la falta de justicia verdadera, creo que a este Rey,le faltó carácter para sacurdirse esas lacras que se estaban aprovechando del poder de ser amigos del Rey. como siempre hermosa reflexión. Gracias por compartirnos.
    Elia*

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  6. Mil gracias a todos por sus comentarios, y nó "corsarionegro" la advertencia no fue por cuidarme las espaldas, fue una forma sarcástica de protestar por el asunto de los "tuiteros" de Veracruz,de hecho hice llegar mi opinión al gobernador. Me parece que aún si lo hicieron con dolo, cosa que dudo,la acusarlos de terrorismo y sabotaje me parece excesivo. De lo que también estoy convencido es que debe uno ser responsable de lo que escribe. Saludos cordiales,

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