martes, 3 de julio de 2007

Caliope

Hace ya algunos días que una preciada dama me ha dejado fuera de su agenda… Pareciera que indigno soy de sus placeres…

Me refiero naturalmente a Caliope, la musa, quien finalmente hoy me concedió tan solo una pregunta:

-¿Porqué no has escrito Enrique? Que de tus penas no tengo yo la culpa pues mi ausencia es solo fruto de tus propias aflicciones…

-¿Mis aflicciones? Pero si eres tú quien me abandona…

-Amado mío, lejos estás de conocer tu propia historia y te repito, busca en ti la causa que eres tu quien me rechaza…

Y al tiempo, la verdad incómoda, oculta por días tras mil pretextos saltó retorciéndose, culpable y temerosa de mostrar la miseria de mis culpas.

Y en este ánimo, amigos míos, me resulta difícil expresar con palabras las cosas del alma, sin embargo, cuando por solo un instante se desvanecen las penumbras, las palabras saltan y se engarzan... solas.

Mea culpa Caliope… Mea culpa…

Enrique Chávez Maranto

enrique.chm@gmail.com

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