El fallido atentado al vuelo Ámsterdam – Detroit me dio la idea para celebrar el 28 de diciembre, el “Día de los Santos Inocentes”. En esa fecha, si solicitas en préstamo una pequeña cantidad dinero, un libro, un juguete, etcétera, arguyendo una historia falsa y lo obtienes, al momento de recibirlo te bastará decir “inocente palomita que te dejaste engañar” para no estar obligado a devolverlo.
Ese día -y en otros días también, solo que el 28 se toman a broma- pululan las noticias destinadas a engañar a los lectores por lo que no me quise quedar atrás: difundí una noticia falsa en la Internet: Informé que el New York Times habría revelado la presencia de agentes armados de la inexistente Unidad Táctica Antiterrorista de los EEUU en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en previsión de ataques terroristas.
La noticia sería creíble por dos razones: 1) Justo el día anterior, el 27, había ocurrido el atentado en Detroit y 2) El pueblo mexicano es muy sensible al tema de la operación de agentes extranjeros en nuestro territorio. Para mi mala suerte, mi broma no hizo gracia. Nadie la comentó. Lo que si ocurrió el día de hoy fue que la boca se me hizo “chicharrón” –le ocurre a quien hace un mal augurio y este se cumple- cuando leí la noticia publicada por José Gerardo Mejía del periódico El Universal: “EU coloca “filtros” en aeropuertos del país” y cito: “De acuerdo con información contenida en un par de oficios a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL, los enviados de EU supervisan de manera directa el paso de extranjeros por territorio nacional en las terminales aéreas de la ciudad de México, de Cancún y las principales metrópolis del país”
La situación jurisdiccional de agentes extranjeros manejando información delicada es de pesadilla. Primero, porque el gobierno mexicano subordina a autoridades de inteligencia migratoria para facilitar/obedecer las peticiones de los funcionarios estadounidenses por las necesidades de seguridad de estos. Segundo, por qué esos agentes extranjeros le reportan a su gobierno, incluida la información relevante que puede o no tener vínculos con movimientos terroristas sobre extranjeros que pasan por los aeropuertos mexicanos.
¿O será que el tratado de cooperación se aplica también en aeropuertos estadounidenses, con funcionarios mexicanos revisando in situ las listas de pasajeros; interrogando e incluso autorizando o denegando el acceso y pases de abordar incluso a pasajeros de aerolíneas con bandera de otros países? ¿Puede Estados Unidos imponer tales procesos de vigilancia incluso cuando van más allá de la cooperación bilateral?
Si bien no podemos negar que México depende en buena medida del factor Washington para tomar muchas decisiones políticas, económicas y sociales, como país se tiene que estar consiente de los límites en la cooperación cuando se vulneran aspectos fundamentales. México es un estado con geografía propia, sistema político, población más o menos homogénea, entre otros; así como con un gobierno medianamente funcional que tendría que cumplir con sus responsabilidades antes que delegarlas al vecino más fuerte. Eso es lo que diferencia a un país consolidado, que histórica y prácticamente es México, de naciones como Somalia en el que el escenario regresa unos cuatrocientos años en materia de organización política y social. Recuerda discusiones entre padres e hijos cuando estos últimos comienzan a definir su independencia…
-Te he dicho mil y un veces que mientras dependas de mí las cosas se hacen como yo digo… -Pero Papá… No se te hace que ya estoy grandecito para tomar mis “propias” decisiones… ¡Ya no soy un niño!
-Podrás decir misa y rezar el padre nuestro, pero se hace lo que yo mando. Si quieres decidir, primero… ¡gánate el derecho! Sí hijito, las cosas no son sencillas. Me voy de “reve” y ya agarraste a tu guaje ¿No? A ver dime… si chocas el coche ¿Quién será el pagano? ¿Quién pagará la reparación? ¿Tú, de dónde mi alma? ¡Por favor, no me hagas reír!… si no tienes para pagar el papel de… Bla, Bla, Bla…
Cuando los padres se niegan a conceder a sus hijos el ejercicio de la libertad esas discusiones suceden todos los días. Los argumentos más comunes: “Aún no eres responsable de tus actos” “Dependes de nosotros” y normalmente terminan con la frase “Cuando seas capaz de ganarte la vida… entonces, ¡no antes!”
México, en los hechos, muy lamentablemente se ha colocado en esa triste posición de dependencia.
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
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