sábado, 11 de septiembre de 2010

Orgullo

“Tan pronto escuchó el canto del jilguero anunciando el arribo de su anciano maestro, calzó las sandalias, vistió el humilde ayate y encaminó sus pasos a la entrada de la cueva para partir en silencio rumbo a la terraza ocupada por los sumos sacerdotes que tenían la misión de preservar la nación…

Ya reunidos, el sonido de los caracoles inundó el espacio hasta los confines de aquella maravillosa tierra al mismo tiempo que pronunciaban el mantra sagrado de su fe… Meshico, Meshico…”


Recordaban ese día a quien enamorado de esta maravillosa tierra, mirando lejos, decidió fincar raíces y hacer de ella el hogar de sus hijos y de los hijos de sus hijos…

Compartiendo sueños, otros llegaron detrás para dejar su huella en todos los confines. Para trascender, desarrollar cultura, ciencia y raigambre. Para lograr Meshico, hacer Patria, nuestra Patria…

Así con el devenir de los siglos, el caracol resonó en Teotihuacán, la ciudad donde los hombres se transforman en dioses. Y el águila devoró a la serpiente en el lugar donde se fundó Tenochtitlán. Y los quetzales cursaron los cielos de Chichén Itzá, Palenque, Uxmal y Tulum. Y los nichos de la pirámide del Tajín contaron el tiempo…

Hasta el principio de los tiempos aciagos, cuando un asombrado Bernal Díaz del Castillo escribió… “Al ver tantas ciudades y pueblos construidos en el agua, y otras poblaciones en tierra firme, nos quedamos admirados. Hubo quienes pensaron que se trataba de un hechizo, como los que se narran en el libro de Amadís, pues había grandes torres, templos y pirámides erigidos en el agua. Otros se preguntaban si todo eso no sería un sueño”.

Pero no lo era. Fue simplemente lo que Hernán Cortes expresó de la mejor manera en una de sus Cartas de Relación “¿Qué más grandeza puede ser que un señor bárbaro como éste tuviese contrahechas de oro y plata y piedras y plumas, todas las cosas que debajo del cielo hay en su señorío?...

Y su miedo pudo destruir en pocos años las formas de aquello que no pudieron comprender. Pero no fueron capaces de enterrar su espíritu en trescientos años de dominación. Mucho menos ocultar la grandeza que cobró, al cabo de miles de años, el sueño de aquel hombre decidido a fincar raíces y hacer de México el hogar de sus hijos y de los hijos de sus hijos…

México es grande porqué los hechos están ahí, aunque muchos lo han olvidado o quieran ignorarlo. Porque el tiempo de una nación no se mide en hojas calendario. Ni su grandeza pierde méritos por aquellos que no han entendido que esto que vemos, no es México, México es mejor…

Eso es justo lo que voy a celebrar el día 15 de septiembre. Voy a celebrar el orgullo que siento de pertenecer a esta tierra maravillosa. Tierra que no fue, que es tierra de grandes logros de grandes hombres. Voy a honrar la fe, la voluntad, el sacrificio y la humildad de un pueblo generoso y solidario. Voy a honrar a nuestros símbolos porque sintetizan nuestro sino.

Y no voy a permitir que sometan mi espíritu al desánimo. Ni a permitir que pese más lo que estamos viviendo que toda nuestra historia. Historia que no empezó hace doscientos, ni quinientos años. Empezó hace miles.

Y sí, voy a gritar con la emoción hinchando el alma,

¡Viva México! ¡Viva México!

Con mis mejores deseos,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
Twitter @enriquechm

10 comentarios:

  1. Así es Enrique, yo me siento igual de orgullosa de pertenecer al México que inicio hace miles de años...

    Igual festejaremos como cada año en familia y/o amistades...

    En lo personal lo único que me quejo es el gran negocio que valió para el Gobierno hacer el festejo del Bicentenario con el descaro que ni imaginaron la magnitud de lo que se comprometían y en algunas no quedarán conclusas.

    Saludos Enrique

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  2. Daniel Ferrero (@def1311)12 de septiembre de 2010, 1:43 p.m.

    Una hermosa lectura, de un muy lindo sentimiento hacia tu tierra.
    Quiero que sepas que mis hermanos mexicanos, son mis hermanos queridos y admirados por muchas razones.
    Las más importante es porque han sabido transformnarse en una gran Nación de cara al futuro, pero sin dejar de ver el pasado. Eso, que a la luz de los acontecimientos,parece muy simple....en muchas otras Naciones, entre las que incluyo con tristeza a mi querida Argentina....no ha sucedido y han tratado de parecerse a Europa o a su hermano rico del norte, dejando de lado todas sus tradiciones, todo el amor y respeto por sus culturas ancestrales y por sus pueblos originarios.
    Mis hermanos mexicanos, o la mayoría, han sabido unirse en tiempos difíciles porque sienten ese orgullo de ser, más que un conjunto de ciudadanos, una Nación con fuerza, con honor y con principios.
    Un abrazo y todo mi respeto a mi querido México.

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  3. Enrique buenas noches.

    Felicidades por esta entrada. Tengo un sentimiento similar al tuyo, pero para ser sincero se ha diluido un poco entre la rapiña y la sangre. Sé que México es mucho más que eso, se que México es tan grande que sobrevive pese a ellos, pero aún así no deja de doler.

    Gracias por tus palabras llenas de orgullo y esperanza, es lo que hace falta para sacar lo mejor, para imponerse a la adversidad, para no perder nunca de vista la grandeza de nuestra tierra, de su pasado, presente y futuro.

    Un fuerte abrazo.

    José Francisco.

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  4. Enrique:
    Hola buenos dias, como siempre es un deleite leer tus publicaciones y mas en estos dias, ya cerca del Bicentenario de nuestra Independencia. Este pais que como comentas no tiene cientos de años, sino miles de años de cultura, historia y tradiciones, que son las que nos han dado identidad como nacion. Debemos estar orgullosos de nuestras raices, tanto indigenas como españolas o de donde sean nuestros ancestros, ya que somos el resultado de las mezclas, pero que tenemos algo en comun haber nacido y crecido en esta hermosa tierra.
    En estos momentos debemos estar mas orgullosos de ella, pero lo principal unirnos para hacerla mejor y que sea orgullo de nuestros hijos, nietos y demas descendnecia. Hay que lograr que nuestra patria cambie para mejorar, para hacerla nuevamente un lugar seguro y prospero que era lo que deseaban nuestros heroes al luchar por nuestra Independencia.
    Te agradezco como siempre tus palabras, ya que nos abres los ojos para seguir luchando por ella.
    Saludos.
    Juan José.

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  5. Esa es y deberá ser nuesstra mision por siempre¡ preservar la nación… y mantener fija la mirada en el mantra sagrado de nuestra fe...MESHICO...MESHICO.


    Enrique, felicidades por tus palabras transcritas en letras, es un verdadero placer conocerte y me uno a ti para gritar con emocion ¡Viva México! ¡Viva México!

    Saludos. Luis Ramon.

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  6. ¡Excelente, Don Enrique! México es tierra de culturas increíbles.
    Un humano extranjero también se sentiría orgulloso al ver hasta donde puede llegar el espíritu local.
    ¡Un saludo grande, y felicidades!

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  7. Siempre he pensado que lo que no ha permitido que este país de chafez total se caiga es, precisamente, la cultura y costumbres tan arraigadas que todavía subsisten. En general hay muchas cosas que me gustan pero también muchas que me decepcionan y para mí ha sido muy triste ver que por culpa de la misma gente, este país no sale adelante y parece que está quedándose atrasado.

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  8. Excelentes sus palabras! Mexico es grande! y por supuesto que gritaremos con nuestro corazon lleno de orgullo el VIVA MEXICO! Felicidades!

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  9. Completamente solidaria con usted Sr. Enrique, para quienes no sientan todavìa el ànimo, una preguntadita a sus abuelos, lo que respecta como mujer celebrarè doblemente, nacì libre e indpendiente gracias a luchas de mujeres valientes de hace doscientos años con espiritu triunfador de ayer, hoy y siempre.
    Por si fuera poco somos de los que estamos en Mèxico, quizà no estamos todo lo bien que nos gustarìa pero tampoco tan mal para abandonarlo y pasar desperecios como extranjeros.
    Un abrazo.
    Un abrazo

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  10. Enrique, felicidades y realmente me sorprende el ánimo que demuestras, ante la adversidad, pero como dices, somos mas grandes que nuestros problemas, saludos Jorge Ramírez

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