En el segundo semestre del año 2008 la crisis financiera llevó al mundo a una recesión sin precedentes. Los deudores dejaron de pagar, los consumidores dejaron de comprar, bancos y financieras quebraron, las fábricas despidieron a muchísima gente y las economías de los países sufrieron severos daños que obligaron a los gobiernos a tomar medidas para mitigar los efectos pero que no resolvieron el fondo de los problemas.
Como resultado, las economías de los principales países del mundo quedaron “prendidas con alfileres” con el altísimo riesgo de no soportar un viento fuerte ya no digamos una tormenta y ¿Qué crees? El viento ya empezó a soplar y se viene fuerte el ventarrón.
Bastó la inmolación el 17 de diciembre de 2010 de un joven desempleado tunecino, Mohamed Bouazizi, para provocar una revuelta social sin precedentes que derrocó al régimen del presidente Zine al-Abidine Ben Ali. Siguió al turno Hosni Mubarak el 11 de febrero en Egipto; y justo ahora, Mu‘ammar al-Qaḏḏāfī lucha con todo por conservar el poder en Libia.
El así llamado “Efecto Túnez” ha hecho sentir su presencia en Túnez, Egipto, Libia, Arabia Saudita, Argelia, Siria e inicia en otras regiones del mundo. ¿Cuál es el factor común? Regímenes dictatoriales corruptos que han sometido a sus pueblos a la desesperanza, el hartazgo y el resentimiento. Pueblos que dejaron de lado la resignación y ahora reclama a gritos la reivindicación de sus causas.
Lamentablemente el ya de por si peligroso escenario, no solo lo conforma el efecto Túnez y las posturas de Irán y Rusia al respecto.
Se agrava al considerar la crisis alimentaria que muestra sus primeros efectos por el cambio climático y la siembra destinada a los biocombustibles; la dependencia de la Unión Europea y de los Estados Unidos de los recursos energéticos de las zonas en conflicto; las consecuencias de la recesión del 2008 que aun perduran en Irlanda, Italia, Grecia, España y Portugal; el terrorismo internacional representado por Al Qaeda a la caza de oportunidades denunciadas por Kadaffi; y la importancia estratégica del Canal de Suez; entre muchos otros focos rojos que rápidamente desprenden los “alfileres” que sostienen a las economías del mundo.
La situación está fuera de control y para muestra el incremento desmedido de los precios del petróleo, el de los alimentos y de los fertilizantes así como el comportamiento errático y la tendencia a la baja de las casas de bolsa en el mundo.
Ante una crisis los EEUU tradicionalmente se han asignado el papel del policía del mundo pero en esta ocasión difícilmente podrán calmar las aguas. Su liderazgo se ha debilitado y ya no aplica como solución controlar a un líder o derrocarlo para imponer otro. Son los pueblos los que ya no aguantan más sometimiento; sin embargo, no pueden permanecer con los brazos cruzados y menos aún distraerse en asuntos menores.
La agenda de seguridad nacional de los EEUU determina las prioridades de su presidente Barack Obama y en consecuencia la pasada visita de Felipe Calderón Hinojosa a Washington, más allá del discurso oficial, seguramente poco tuvo que ver con el lamentable asesinato, del agente de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Jaime Zapata.
EEUU necesita petróleo y nosotros lo tenemos. Los temas de la reunión en todo caso debieron atender a las previsiones de última hora para enfrentar la tormenta perfecta que se avecina.
Te preguntarás ¿Puedo hacer algo por evitarla? ¿No? Entonces ¿Para qué me preocupo?
Esa es la respuesta cómoda que resuelve los problemas de conciencia por no hacer nada. Solo que habrías de preguntarte si en verdad puedes o no, contribuir con un granito de arena a solucionar el estado de las cosas del mundo.
Todos podemos. Los políticos y los gobernantes habrían de atender las causas de pueblo y vacunar al país en contra del efecto Túnez; los funcionarios públicos habrían de desempeñarse con efectividad, transparencia y honradez; los ciudadanos hacer bien lo que nos toca y ahorrar energía y recursos.
Y todos, absolutamente todos deberíamos reconocer que el mundo está en un proceso acelerado de transformación donde México tiene un papel relevante que desempeñar y una asignatura pendiente: resolver nuestras diferencias con los EEUU.
Nos guste o no la política de la realidad, realpolitik, se impone.
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
www.ramari.blogspot.com
Twitter @enriquechm
Las ideas son por los demás... así que en este espacio encontrarás las ideas que antes no lo eran por quedarse en la intimidad de mis temores. No serán buenas, ni malas, acaso ideas que lo serán por tí.
domingo, 6 de marzo de 2011
3 comentarios:
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Bastaría con apoyar a quién en este momento, guste o no, independientemente de creencias políticas, es nuestro Presidente.
ResponderBorrarLa diferencia entre Colombia y México, es que los colombianos apoyaron la estrategía de su Presidente y unidos, ganaron. Lección que deberíamos aprender.
Ya lo dijiste, a cada uno nos toca poner nuestro granito de arena, dejar de quejarnos y hacer lo que tenemos que hacer. Y todo empieza por nuestra casa, pues de lo que hagamos o dejemos de hacer depende el futuro de los que en este momento son nuestros niños. Seamos empleados de alguna dependencia pública o privada es importante pensar ¿qué estoy haciendo?
ResponderBorrarLos cambios son buenos en todo momento, asi que está de más decir: es hora de hacer cambios.
Saludos Enrique!
Estimada LOMMX, Busca la palabra clave "narcotráfico" en el buscador google del blog y encontrarás una serie de artículos sobre el tema donde explico un poco mi visión sobre el tema. En alguna ocasión conversé con el ex secretario de seguridad pública de Colombia y coincidimos en que una solución sustentable no está solo en el empleo de la fuerza. Por otro lado no se puede dar un cheque en blanco al presidente cuando se han cometido graves errores en la diseño y puesta en marcha de la estrategia.
ResponderBorrarTe envío un afectuoso saludo y mil gracias por tus comentarios.
Enrique