domingo, 26 de junio de 2011

El hambre acumulada…

En distintas columnas afirmé que quienes han gobernado y gobiernan México son el resultado de la permisividad de millones de militantes anónimos del partido de la indiferencia. Que ellos, al abstenerse de ejercer el derecho al voto, de exigir transparencia y rendición de cuentas, se han convertido en cómplices de los extremos que caracterizan el estado actual de las cosas en nuestro país. Que no solo han legitimado en el poder a camisas de todos los colores con manos negras, también les han permitido hacer y deshacer a su antojo. Y que ahora todos, justos y pecadores, pagamos las consecuencias.

Hasta antes de las declaraciones en la W Radio del respetado activista Julián LeBarón esa fue la percepción que hoy reconsidero. Julián dice, “estamos sembrando semillas y tenemos esperanza de que éstas crezcan (…) me da gusto ver que sean más víctimas las que alzan su voz, que salen de su zona de confort (…) quisiera que la ciudadanía comience a participar porque la apatía es una falta de dignidad”.

Particularmente la última frase me hizo recordar una conversación que sostuve en el año de 1975 en China a propósito, y en las postrimerías, de la Gran Revolución Cultural que vivió-sufrió ese país. Mi interlocutor chino afirmaba que el origen de ese movimiento estaba en los viejitos intelectuales inconformes que aún recordaban cómo era la vida antes de la instauración del régimen comunista; las nuevas generaciones no les daban problemas.

Los primeros luchaban esperanzados por transformar su realidad, en tanto los jóvenes fuertemente adoctrinados por el sistema, los consideraban contrarrevolucionarios y les perseguían. ¿Había un comportamiento indigno en la juventud china? Absolutamente nó, en todo caso eran congruentes con la realidad en la que habían nacido. El caso chino en distinto al nuestro sin embargo el paralelismo en cuanto a la actitud asumida por las mayorías me parece innegable.

Ya en lo nuestro, me pregunto… ¿Cómo, naciendo y viviendo en la marginación, podría alguien imaginar el milagro de una vida plena de esperanza, de realización y luchar por ello? ¿Cómo podría alguien sin haber degustado antes otras viandas, anticipar el disfrute de nuevas y luchar por ello?

¿Cómo el nacido rico podría concebir la pobreza si no la ha sentido? ¿Cómo el nacido pobre podría concebir saciar el hambre de esperanza que ya no se siente al cabo de tantas generaciones de inequidad e injusticia?

Entonces ¿En cuáles indignos pensaba Julián LeBarón? Me parece que en los pocos conscientes de la situación, que no actuamos temerosos de asumir los costos de una actitud ciudadana proactiva y digna; para el resto, ahora sí para los millones, el hambre de esperanza acumulada les impide concebir una realidad distinta. Pues al principio del hambre se sufre y después, enraizada se olvida…

Con mis mejores deseos,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm

6 comentarios:

  1. Excelente artículo, para despertar conciencias y no esperar que nos pase algo, cuando en realidad nos está pasando sin que nos demos cuenta por la inercia de apatía en la cual nos encontramos; tus palabras son necesarias e importantes para romper esa inercia. Felicidades y Gracias

    Un abrazo

    ResponderBorrar
  2. Excelente análisis... Crítico, objetivo e independiente.

    Felicidades Enrique.

    LG Flores M

    ResponderBorrar
  3. muy bueno Enrique, al final como dicen por ahi "los pueblos tienen los gobiernos que merecen" mientras los que estamos medio conscientes no actuemos, será mas dificil el cambio en beneficio de nuestra querida y lastimada Patria

    manezdpr

    ResponderBorrar
  4. Es perfecto, explica completamente lo que muchos nos preguntamos "¿como una persona puede sentir el dolor de una desgracia que aun no ah tenido?"... lo felicito es un excelente articulo, aun que sinceramente el primero que tengo el gusto de leer..el primero de muchos, saludos Enrique.

    ResponderBorrar
  5. Bueno, todavía llevo poco tiempo viviendo en México como para concordar o no con este análisis crítico social, pero, concluyendo, la realidad mexicana es bien compatible con la de cualquier otro país latinoamericano que se jacte de ser una nación en vías de desarrollo. Muy chileno también el tema también, como seguramente colombiano, o peruano... Bien escrito, por otro lado.

    ResponderBorrar
  6. Me parece que este articulo no tiene nada de tonterias, es un análisis objetivo de nuestra realidad, pero relamente lo que esribe es cierto el partido de la apatía está ganando terreno y lo malo es que luego nos quejamos de los gobernantes que nos tocan, pero la verdad, nosotros mismos somos responsables de esa situación en el momento en que dejamos de votar y permitimos que los demás decidan por nosotros... por que dejarnos si México es nuestro (como dice el comercial) nosotros somos los que mandamos, somos mayoria y no debemos permitir que esta situación continúe.

    F.Q.R.

    ResponderBorrar

Todos los comentarios son muy bienvenidos ya sea que estés de acuerdo o no con el contenido del artículo. Si te los quedas nos impiden considerar tu punto de vista que es valioso. Puedes seleccionar la opción anónimo y solo si lo deseas firmar con tu nombre. ¡Mil gracias por colaborar! Enrique