¿Come hasta que los tacos le salen por
las orejas? ¿Fuma el último cigarro de la cajetilla y sale corriendo a comprar
otra? ¿Toma una, dos, tres copas… hasta que pierde la cuenta? ¿Pierde y sigue
apostando? ¿Tiene dinero de sobra pero quiere más y más? Si contestó “Sí” a
cualquiera de las preguntas anteriores, no lo diga a nadie, ni a quien más
confianza le tenga y continúe con la lectura de la siguiente historia…
absolutamente v-e-r-í-d-i-c-a de la que fui testigo…
En una fiesta, un alegre grupito, separado
del resto de los asistentes, se ponía de acuerdo -¿A qué horas salimos? Yo digo
que a las cuatro; -Pero hay que llevar chofer para que regrese el coche, o
¿Qué, lo vas a dejar allá?; -¿A qué horas es la cita?; En Portales a las 9, ahí
pasaran por nosotros para irnos a ya sabes donde…; -Entonces hay que llegar a las
siete para que nos dé tiempo de tomarnos un lecherito… Y así, tras ultimar los
detalles el grupo se despidió apresuradamente aduciendo que se tenían que
levantar muy temprano… Y así ocurrió.
Se levantaron temprano, viajaron a
Veracruz, se instalaron en los portales a desayunar muy contentos a pesar de
las pocas horas de sueño. Hasta que pasaron las 9, dieron las 12 y el contacto
nunca apareció.
Ese fue el cierre de una estafa que
les costó aproximadamente 200 mil pesos más los viáticos, la cuenta de los
lecheros y las canastitas de pan dulce, el ridículo y los regaños de sus
señoras esposas. Pues cuando ninguno de ellos lo necesitaba, habían pagado
anticipos por carros de lujo supuestamente confiscados por aduanas que les iban
a vender a precios ridículos… Y para rematar recibieron una semana después, envueltito para regalo, un carrito “hot wheel” ¿Habrá sido el estafador?
Muchas estafas y fraudes; como los
productos milagro, el “avión”, las “pirámides”, los “paqueros” al frente de los
bancos, las cajas de ahorro y fondos de inversión que pagan altísimos
rendimientos, los premios obtenidos sin comprar boleto, etcétera; se cometen diariamente y en la gran mayoría de los casos la gente cae en el garlito. ¿Y
saben por qué? por la avaricia generalizada de estafadores y estafados de todos
los niveles socio económicos. Imagino un letrerito “Se diseñan estafas y fraudes
para pobres y ricos, cobramos con base a resultados”
Pues no nos basta comer bien. No nos
basta disfrutar de un buen cigarro, de una noche de copas o apostar de vez en
cuando; o ahorrar para el retiro. No señor, hay que terminar como mínimo con
una cajetilla al día; hay que salir borracho de las fiestas y perder hasta el
último centavo apostando. No nos basta tener dinero, poder y prestigio
suficientes. No señor, queremos todo el dinero, todo el poder y toda la
atención no vaya a ser que nos tachen de conformistas o pero que eso de
penitentes…
En el caso de las cajas de ahorro particularmente,
cuando alguien decidió confiar su dinero, con toda seguridad no lo hizo
simplemente por que se encontró el establecimiento a la vuelta de la esquina.
Fue porque escuchó el canto de las sirenas cuando conoció que ahí… ¡pagaban
mucho más! Diría con el ego inflado, ¿Cómo desconfiar si la oficina está muy bien puesta y me atiende el mismito gerente? Nunca se le ocurrió preguntar ¿Por qué pagan tan altos rendimientos
cuando el resto no? No se le ocurrió pensar que cuanto más alto es el premio
muchísimo más alto es el riesgo de perder. Si su ángel de la guarda le hubiera
dicho no deposites los ahorros de tu vida en esa caja de ahorros ¿Le habría
escuchado? Lo más seguro es que no. La avaricia es algo difícil de controlar.
Algunos de los responsables de la
crisis financiera global que vivió el mundo en el año 2008 pedían que les
regularan, como el drogadicto que dándose cuenta de su miseria pide que lo
internen en un centro de rehabilitación, pues aun teniendo todo no podían
satisfacer su afán de tener más casas, más coches, más lujos, más, más y más de
todo a costo de quienes se dejaron engañar con el canto de las sirenas.
Lamentablemente cuando se consuma la
estafa es muy difícil recuperar lo perdido pues tanto peca el que mata la vaca,
como el que le ata la pata.
Reciban un afectuoso abrazo,
Enrique
Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm
Por eso, mejor vivir prudentemente y sin deudas. "Todo con medida , nada con exceso" .....ni el amor!!!! (bueno, eso creo yo)
ResponderBorrarsaludos
@manezdpr
Estimado Enrique: Has descrito en pocas palabras la verdadera naturaleza de gran número de seres humanos, pero no solo de México, sino creo que de todo el mundo.
ResponderBorrarAfectuosos saludos. MJVA.
Enrique, por fin me di el tiempo para leerlo y la calma para concentrarme, había andado distraída y por eso no le había contestado sus artículos pasados.
ResponderBorrarMe parece que la ambición es algo maravilloso, claro que hay que tener más! Más compasión, más generosidad, más salud, más empatía, más amor... El problema (creo yo) es lo mal dirigida que está esta ambición, el egoísmo, no terminamos de aprender en qué necesitamos ser ambiciosos... Hay veces que pienso que cuando las personas tienes taantas necesidades de cosas materiales (inclusive absurdas), es porque hay algo mas que llenar, mas que un hueco físico (que no encuentran ni como llenar) es un hueco interior... Por eso es importante ser conscientes, fijarnos en por qué un cigarrito no es suficiente, un trago con alguien querido no llena suficiente, hay que fijarnos más en los momentos y en las personas, que en las cosas. Hay que procurar estar llenos por dentro para necesitar menos por fuera.
Claro que de vez en cuando queremos cosas, pienso que eso es bueno, tener aspiraciones altas nos motiva, el problema es cuando nos afecta no tener lo material.
Creo que no iba a fuerza por ahí su artículo jaja... Pero fue mi reflexión de él :) ...por cierto no terminé de entender, por qué vacas? Jaja
Saludos y un abrazo!
Regina
La ambición o la avaricia tienen que ver mucho más con el egoísmo que con la generosidad. El egoísmo se sustenta en el temor derivado de la ignorancia. Ignorancia de que el verdadero valor está en nosotros, no en lo que nos viste que es causa de los apegos. Se vale disfrutar del dinero, de las cosas mundanas, del poder, de la emoción, y en general de los placeres del ego pero sin olvidar que más allá de ellos existimos como un milagro que no debe ser enmascarado por los apegos.
BorrarY bueno, las vacas son las reales víctimas de los estafadores y los estafados, De estos uno le amarra la pata y otro la mata. jeje
Coincido con Regina, caer en excesos y obsesiones nos habla de un gran vacío interior.
BorrarLos casos que relatas son muy característicos de estos tiempos en que el consumismo y el alarde están a la orden del día con las consecuencias lamentables que describes.
¡hola! Físico buenos días, el tema que toca es realmente bueno, a mi me pasó en el 2009 me hablaron a la casa diciendo que eran de Banamex y me habia sacado un premio de 3 dias y 2 noches en Cancún con todos los gastos pagados, desconfie de entrada con la primera llamada, la segunda, y la tercera, pero a la cuarta llamada me convencieron de ir a las 5 de la tarde al hotel terranova para entregarme mi premio, y fui, habia muchas personas conocidas y otras que se veian de situación económica desahogada y pensé que todo era verdad, cuando me toco pasar me atendieron muy bien, me dijeron de mi premio que me lo habia sacado comprando y pagando con tarjeta banamex, bueno para no aburrirlo me ofrecieron café y galletitas que por cierto es lo mas caro que he pagado en mi vida porque me ofrecieron una membresia a hoteles en Cancun de 5 estrellas que hasta ahorita sigo viendo estrellas, pagué con mi tarjeta banamex la cantidad de 25 mil pesos y además me clonaron mi tarjeta, se lo cuento por si les hablan de la agencia que está al lado de Banorte en el centro TRAVEL anunciando su premio de banamex. que tenga bonito día.
ResponderBorrarelia*