domingo, 25 de marzo de 2012

¿Qué sabe nadie...?


Debo advertir que las historias a continuación son puras mentiras… no las vaya usted a creer. Si al finalizar la lectura decide concederles alguna credibilidad, apostaré frijolitos doble contra sencillo que habrá sido en algún lugar al otro lado del mundo… porque en nuestro país… ¡Jamás!

Primer cuento: Guardar las bicicletas, calzar las botas de hule, comprar la dotación de DDT, eran parte del ritual obligado al iniciar la temporada de lluvias. Pasar del polvo en el estiaje; al lodo, los charcos y los mosquitos era cosa de rutina en aquellos años. Sin embargo un buen día, sorpresivamente, iniciaron la pavimentación de las calles perpendiculares al acceso principal al pueblo, entre ellas ¡la mía! El entusiasmo fue mayúsculo ¡no más lodo, ni charcos para ir a la escuela! y mucho más cuando se corrió la voz de que tendríamos una visita excepcional… el señor presidente de la república.

Las obras continuaron hasta concluir las boca calle; “cuando termine la visita, se reinician” explicaron; entonces pintaron y sembraron plantas para adornar las aceras; después miles dimos la contentos la bienvenida y tristes, la despedida al primer mandatario; pero ¿Qué creen? la pavimentación no continuó... con un agravante: cuando llegaron las lluvias, el agua no fluyó como acostumbraba y un buen amanecer, después de un torrencial y arrullador aguacero, flotando alrededor de mi cama navegaban… ¡mis zapatos!

Segundo cuento: La jornada había sido agotadora…inaugurado el puerto y la siderúrgica solo faltaba la estación del ferrocarril. Todo estaba listo, el tren presidencial reluciente, con locomotora a vapor, carbonera, y dos vagones: el comedor y el de cola preparados para el brevísimo recorrido inaugural. Todo iba muy bien, al grito de ¡Vámonosss!  del despachador, el tren sonó el silbato y en medio de una nube de vapor lentamente inició su recorrido con las personalidades abordo. El señor presidente estaba realmente contento, tanto que ordenó extender el recorrido unos cuantos kilómetros más de lo previsto, pero… ¿Qué creen? No se pudo, solo había un par de kilómetros más de vía...

Tercer cuento: Pero señor, la fabrica aun no está concluida, el proyecto tiene un retraso de varios meses, ¿Cómo la vamos a inaugurar? Pues a ver como le hacen, ¡Esa obra inició en mi administración y en mi administración se pone en marcha!… No hubo manera de hacerlo entrar en razón y como donde manda capitán, no gobierna marinero, su voluntad se hizo y la mentada fábrica se inauguró con bombo y platillo, discursos incluidos... pero ¿Qué creen? Nunca llegó a operar...

Cuarto cuento: Señores, el señor director me ha instruido a cuidar su seguridad, no quiere heridos, ni muertitos. El operativo que presenciarán como testigos de honor es muy peligroso y muestra la efectividad de las fuerzas de seguridad. Así que usen los chalecos antibalas, caminen con la cabeza agachada atrás del policía que cuidará de ustedes y sigan sin excusa ni pretexto sus instrucciones… Así lo hicieron, afortunadamente no hubo enfrentamiento, los delincuentes se rindieron rápidamente, sus víctimas fueron liberadas, las cámaras registraron todo y fue la noticia del año… pero ¿Qué creen? Todo fue un montaje...

Vienen a cuento los cuatro cuentos anteriores, porque tienen como factor común que son precisamente eso cuentos, mentiras, engaños, embustes, montajes, etcétera que realizan cotidianamente quiénes de la honestidad y la verdad debieran ser ejemplo pero no, de hecho son maestros de la simulación y del engaño pero… ¿Qué creen? No solo ellos, también nosotros, pues conscientes como estamos de sus mentiras solo simulamos protestar.

Tantos son los engaños que ya no sabe uno que creer. El viernes pasado –y esto es cierto- escuché, en nuestro preciosísimo Teatro de la Ciudad de Coatzacoalcos, que por cierto inauguró Pavarotti, al cantante español Raphael.

A un Raphael que sigue siendo aquel, a un Raphael que con su privilegiada voz pintó un maravilloso collage con sus éxitos magistralmente interpretados… sin embargo me saltó la duda… ¿Y si nada más estaba simulando que cantaba? Con esto de los avances tecnológicos uno nunca sabe… En esa reflexión estaba cuando recordé el final de una de sus canciones… “Qué sabe nadie, que sabe nadie... ¡Qué sabe nadie… de nadie!”

Finalmente el artista se despidió en medio de aplausos y de gritos ¡Bravo, bravísimo! O ¿estaríamos todos simulando?

No lo sé, puede ser, a lo mejor, tal vez… ¡Quien sabe!  Pero eso sí, todos… ¡Felices!

Reciban un afectuoso abrazo,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm

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9 comentarios:

  1. ......o simulando felicidad, bueno al menos la simulación si es real

    saludos

    @manezdpr

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  2. ¡Bien por tu artículo! y ¿sabes una cosa? ¡Raphael si canta! a pesar de todos sus problemas de salud tiene buena voz. Un abrazote CChM

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    1. ¡Claro que canta! Nos obsequió para abrir boca interpretando a “capella” “Sigo siendo aquel” y después lo hizo en un par de ocasiones más. Su único acompañamiento fue un grand piano que no permite esconder nada.

      Antes de entrar temí encontrarme con un Rapahel disminuido, pero para nada. Un señorón de la canción.

      Ahora bien en el comentario final intenté decir que ya no creemos ni en lo que tenemos ante vista.

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  3. Definitivamente, estimado Enrique, son puros cuentos, en nuestro México eso no se ve, ni se verá jamás...., tenemos solo políticos probos, honestos,sacrificados por el pueblo, dueños de la verdad y la justicia, una gran suerte y envidia de los pobladores de otros países.
    Saludos. MJVA

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  4. Efectivamente amigo "simulamos" bien dicho, trabajo a diario con la gente, en sus casas, en sus colonias, a diario escucho quejas de personas inconformes. Mi labor es realizar cambios; pero con la participación de la gente muchos "simulan" querer cambios en el lugar donde viven solo que al momento de invitarlos a participar expresar opiniones, actuar.... esteee no pude asistir, tengo otras cosas que hacer, solo unos pocos son los que se que se quedan a hacer un verdadero cambio. Políticos que hacen como que trabajan, pueblo que hace como que se preocupa.
    Bueno pensándolo bien tal vez solo soy producto de mi imaginación.
    saludos amigo buen inicio de semana!

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    1. ¿Donde habré leido eso antes? ¡Ah, ya sé! Justo cuando emprendí mi primera campaña, ¡Noooooo! firmale tú... Oye... yo nomás coopero con $$ pero ¡Ni se te ocurra mencionarme! ¿Dónde estaban antes muchos de los que hoy son activistas ciudadanos en la lucha contra la inseguridad? En sus burbujas de cristal milando como el chinito..., solo hasta que les afectó directamente en lo que más les duele, fué que empezaron a luchar.. :(

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  5. ESTUPENDO, COMO EL VINO BUENO, PASA EL TIEMPO Y CADA DIA ES MEJOR. FELICIDAES

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  6. Preguntaos por qué nadie denuncia esos engaños de forma directa. Cuántos cómplices tiene que haber a todos los niveles para que sean posibles.

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  7. Físico los cuentos que nos compartio, no superan la realidad, por desgracia estos cuentos son como los que dice Pedro para que entienda Juan, solo que Juan está muy ocupado preparando cuentos para seguir contando puros cuentos, y ni el viento los mueve de donde los deberia mandar a volar. ¡felicidades! por su escrito como siempre acorde con el tiempo presente.
    que tenga una hermosa semana.
    Elia*

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