lunes, 19 de noviembre de 2007

Un largo fin de semana...

El siguiente es el sencillo relato de un largo fin de semana, que como todo, tiene su lado bueno y sus digamos… inconvenientes. El viaje inició con una tempranera salida rumbo a Xicotepec de Juárez, población del estado de Puebla que está enclavada en la Sierra Madre Oriental, de donde hicimos un rápido recorrido que nos llevó a Zacatlán de las Manzanas. Del viaje cabe destacar…

Las “maravillosas” carreteras de Veracruz… y las de Puebla y las de Tlaxcala… algunas de las cuales están igualitas que ¡hace 30 años! Pero eso sí, con topes, topes y más topes; que sumados a los baches, baches y más baches hicieron del recorrido poco menos que un suplicio.

La “excelente” señalización que, no obstante el tiempo invertido en planear la ruta, me hicieron perder 2 horas en medio de un endemoniado tráfico en la autopista México – Puebla.

Los muy “bien portados” turistas que cual horda desordenada, trasladan congestionamientos, claxonazos, basura, mal humor y mal gusto a la quietud de la provincia…

El “inteligentísimo” chofer de un gigantesco camión turístico –de esos de dos pisos y triple eje- que cual corcho quedó insertado en las estrechísimas calles de Zacatlán de las Manzanas… población donde dicho sea de paso, no hay preferencias y los lugareños respetan con todo rigor el “1 x 1” en los cruceros.

La “impertinente” llamada de la administración del hotel reclamándonos el silencio roto por el solo de guitarra eléctrica de mi talentoso y queridísimo sobrino…

La calidez de la gente de Zacatlán de las Manzanas que nos permitió irrumpir en una bellísima casona, museo vivo, de una época en la que dicen los perros se amarraban con longaniza… Fotos de Don Porfirio, viejas cartas y libros que susurran historias cada vez más lejanas pero aún vivas en lo profundo de nuestra herencia.

El maravilloso espectáculo de la Sierra Madre Oriental que con sus profundas cañadas, bosques y lagos calmó el espíritu estresado por los cotidianos afanes...

Fin de semana con el calor de la familia extendida bulliciosa, montonera y cariñosa donde el rencuentro del los sentimientos une y da sentido a las raíces…

Y para terminar, el plato fuerte… a lo lejos en la oscuridad de la noche rota por las luces de mi automóvil, alcanzo a distinguir la silueta de un camión rebasando a vuelta de rueda, ¡¡¡sin luces!!! que pudo ser remate trágico de un fin de semana maravilloso... ¡Uff!

Más allá de mi particular y personal experiencia en este fin de semana, el hecho es que las carreteras estatales y federales dejan todo que desear, las carpetas en pésimas condiciones, la señalización por los suelos, el nulo control de las condiciones de seguridad del auto transporte, el trazo obsoleto y angosto de muchos tramos; son evidencias plausibles de subdesarrollo que en conjunto constituyen cuellos de botella para el desarrollo, desalientan el turismo y lo que es peor provocan accidentes que pueden evitarse.

Pero no vayamos hasta Xicotepec de Juarez ó a Zacatlán de las Manzanas; veamos tan solo como están las vías de acceso a nuestra ciudad… amén de los baches y demás linduras que ya mencioné, el espléndido espectáculo de un gigantesco y por demás oloroso basurero justo a la orilla de la carretera para impresionar al viajero…

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com

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