Es una experiencia que puede ser terrible…
En alguna ocasión, me dieron la encomienda de medir un tanque recién terminado en una refinería, de esos que sirven para almacenar grandes cantidades de petróleo o gasolina.
El tanque tiene un gran poste al centro por el que sube una escalera… Por ahí me tocó subir en completa oscuridad… no veía yo absolutamente nada… sabía yo que había un peldaño arriba de mí porque de ahí me sujetaba, y uno abajo porque lo pisaba con mis botas; pero no los veía, vamos no veía ni mi nariz y así mucho menos cuanto me faltaba por subir o a cuantos metros estaba yo del suelo…
Así pareciera ser la vida.
Como individuos, conocemos de donde venimos hasta donde la memoria nos alcanza y cierta idea de lo que vamos a hacer hoy, tal vez mañana… pero no más.
Los que buscan contestar el ¿Porqué estoy aquí? Tratan afanosamente de ver el principio de la escalera, apelan a la memoria colectiva para conocer de donde vinimos, cuáles son nuestras raíces, cómo fuimos creados, cuál en suma, es el origen de todo…
Y cuando no pueden llegar más allá de lo humanamente posible… pues inventan… resultando para algunos que somos tataratataratarataranietos de Eva Costilla de Adán, que Adán efectivamente fue creado por un alienígena –dicho sea con todo respeto- llamado Dios que no tenía nada que hacer… y a eso nos aferramos con fe…
Todo con tal que nos brinde la seguridad de que si nos caemos de la escalera vamos a caer en “blandito”
Los que preguntan ¿Para qué estoy aquí? Miran al futuro, quieren conocer si la escalera en la que están montados es la "correcta”. Si es aquella que les llevará al destino que piensan les corresponde… ¿Qué tal si se equivocaron de escalera y perdieron miserablemente el tiempo de vida que les fue concedido y llegan a donde no debieron llegar?
El peldaño donde estamos
Si esto de la escalera en la oscuridad fuera cierto… resulta que lo único de lo que estamos verdaderamente seguros es que estamos en una escalera, apoyando nuestros pies en un escalón y sujetando con las manos el siguiente sin saber realmente de donde venimos ni a donde vamos…
Y alrededor nuestro alrededor habría muchos apanicados –como nosotros- aferrados a los peldaños con los ojos cerrados y sin avanzar, sin hacer nada; muchos mas, muchísimos diría yo, en un momento subiendo al siguiente bajando, volteando hacia arriba y hacia abajo sin saber que hacer… preocupados siempre, unas veces por el pasado otras por el porvenir… a otros mas, subiendo o bajando apresuradamente, buscando el origen o el destino de sus vidas y todos, pero toditos al final del día… cayéndose de la escalera.
¿Por qué?
Por simple y sencillamente no se fijan en donde pisan…tan preocupados están por el pasado y/o por el futuro que olvidan el presente, resbalan y... ¡Tan tán!
Así la moraleja de esta historia podría ser “fijate bien donde y como pisas hoy” ¡Para que no resbales!
Puedes hacer lo que desees pues nada es correcto ni incorrecto… mirar al pasado y buscar tus raíces, analizar lo que has hecho… pero sin olvidar que hay un aquí y ahora que disfrutar en el que hay que pisar bien y con firmeza. Se vale mirar al futuro, ser precavido, orientar tus decisiones pensando en lo que quieres para ti más adelante… pero nunca olvidando que hay un aquí y ahora que disfrutar en el que hay que pisar bien y con firmeza si es que espera uno que realmente haya un futuro.
Enrique Chávez Maranto
Bien dicho...simpre hay que vivir el presente con miras al futuro, es una lastima, ya que luego por eso no se disfruta bien la vida, trabajas en tu presente para tener una jubilacion "digna" en tu futuro, del nabo!!
ResponderBorrarSaludos
Ingrata, así es como es; se vive preocupado de lo que igual y no será...
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