El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional vigente establece que se entenderá por crimen de lesa humanidad al asesinato, a la desaparición forzada y a la tortura cuando se cometan como parte de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil.
Nada es más apropiado que el concepto de “lesa humanidad” para calificar a los asesinatos, los secuestros y la tortura que sistemáticamente, sin él menor atisbo de humanidad, sin escrúpulo alguno y con extrema crueldad comete la delincuencia organizada en contra de una ciudadanía inerme ante la corrupción y la impunidad prevaleciente por la incompetencia, la negligencia o la complicidad de las autoridades.
Son crímenes de lesa humanidad que estampan un hierro, candente, indeleble, por la profunda frustración, impotencia, pesar y enojo que provocan en el ánimo de las víctimas incluyendo en estas, no solo a los directamente afectados, si no también a sus familias y a la sociedad entera.
Son crímenes de lesa humanidad que han motivado a muchas voces al reclamo de la justa satisfacción, por los agravios y los daños, a través de la implantación de las penas más severas, incluyendo la muerte para los culpables. ¡Qué más podría pedirse como compensación ante el sufrimiento extremo y la muerte cruel de un ser querido! Difícilmente una madre, un padre, un hermano, un hijo podrían conceder la gracia del perdón a un delincuente cuando no es posible regresar el tiempo.
En los países donde es un jurado imparcial quien juzga a un individuo y el juez solo impone la pena, se le exige al jurado unanimidad en la decisión y se le instruye a que cuando no exista, basada en los hechos, la plena convicción de culpabilidad fuera de toda duda razonable, el acusado debe ser declarado inocente. Y esto es así por que la muerte de todos los culpables del mundo jamás equilibrará el fiel de la balanza ante la muerte por error de así sea solo un inocente.
Ese es el criterio que, a pesar del dolor y el tamaño de los agravios, deberíamos aplicar cuando consideremos exigir la aplicación de la pena de muerte para los responsables de los crímenes de lesa humanidad. Porque aquí no tenemos aún jurados imparciales y por que tampoco se aplica el principio de presunción de inocencia no obstante que está elevado a rango constitucional. Porque el que juzga también dicta sentencia. Porque en las cárceles hay muchos inocentes.
Imaginemos por un momento la estampa indeleble de un hierro candente por la profunda frustración, impotencia, pesar y enojo que provocaría en el ánimo de una madre, de un padre, de un hermano la ejecución del ser querido al que sabe inocente de los crímenes que se le atribuyeron.
Porqué, basados en los hechos, existe la duda razonable y fundada de que nuestro sistema de impartición de justicia tenga los atributos de honestidad, imparcialidad y efectividad que asegure la muerte de los culpables y la libertad de los inocentes.
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
Las ideas son por los demás... así que en este espacio encontrarás las ideas que antes no lo eran por quedarse en la intimidad de mis temores. No serán buenas, ni malas, acaso ideas que lo serán por tí.
domingo, 31 de agosto de 2008
jueves, 28 de agosto de 2008
Un Juicio sin testigos...
¿Tenemos todos los elementos para juzgar?
En la búsqueda de respuestas a nuestras interrogantes es más fácil ignorar que buscar la verdad; es más fácil aceptar lo que otros afirman, sea esto correcto o no; es más fácil privilegiar la forma y la estructura antes que el propósito y el concepto.
Dicho de otra manera tememos al esfuerzo que significa la búsqueda de nuestra verdad; tememos a no ser aceptados por nuestra comunidad; tememos a confiar en nuestros sentimientos en un mundo racional; tememos a simplemente equivocarnos y asumir con plena responsabilidad las consecuencias de nuestros errores.
Así la polémica sobre el aborto, entendida como la búsqueda de la respuesta al “aborto no, o si, y bajo que circunstancias”, se enmarca en el contexto de una sociedad temerosa a equivocarse a la luz de los paradigmas que correctos o no nuestra cultura privilegia. Se enmarca en la perspectiva de una sociedad que prefiere aceptar el dogma e ignorar los hechos antes que realizar un esfuerzo real que, alejado de todo prejuicio, nos conduzca a la búsqueda de nuestra verdad.
Quienes con todo derecho deberían asumir el papel protagónico en la polémica son todas aquellas mujeres que en algún momento de su vida, por cualquier causa, experimentaron un aborto y sus consecuencias. Sin embargo dudo mucho, que a la luz del justificado temor al rechazo social, estén dispuestas a rendir testimonio.
Por otro lado persistirá siempre el hecho insoslayable de que un hipotético aborto, habría cancelado el proceso que me permite hoy brindar mi opinión sobre el tema y a usted amigo lector, considerarla.
¿Cuando podemos considerar que ya existe un Ser Humano? ¿Un día después del embarazo? ¿Una semana después? ¿Cuándo? Jamás estaremos en condiciones de responder con toda certeza a estas y muchas otras preguntas. Lo único podemos afirmar con toda certidumbre es que el aborto cancela definitivamente el proceso que nos ha permitido a Ud. y a TODOS nosotros compartir esta lectura.
Sin embargo, no podemos emitir opinión ni para bien ni para mal ante el hecho de un aborto y mucho menos legislar sobre lo que difícilmente conocemos en todas sus motivaciones y alcances, nos harían falta los testigos principales del juicio: las mujeres que han experimentado el aborto y que sobrevivieron; las que lo experimentaron y murieron en el transcurso y todos aquellos que pudiendo ser no fueron....
La sociedad entera se debería avocar al desarrollo de la conciencia plena del significado de la sexualidad en nuestra juventud y en los adultos para la prevención de los embarazos no deseados y nuestros legisladores, a promover el castigo ejemplar y expedito a los violadores antes que pensar en castigar aún más a las víctimas.
Realmente es para Ripley: ¡Un juicio sin testigos, con un jurado de hombres en su inmensa mayoría castigando a mujeres víctimas de los propios hombres!
Con mis mejores deseos…
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
En la búsqueda de respuestas a nuestras interrogantes es más fácil ignorar que buscar la verdad; es más fácil aceptar lo que otros afirman, sea esto correcto o no; es más fácil privilegiar la forma y la estructura antes que el propósito y el concepto.
Dicho de otra manera tememos al esfuerzo que significa la búsqueda de nuestra verdad; tememos a no ser aceptados por nuestra comunidad; tememos a confiar en nuestros sentimientos en un mundo racional; tememos a simplemente equivocarnos y asumir con plena responsabilidad las consecuencias de nuestros errores.
Así la polémica sobre el aborto, entendida como la búsqueda de la respuesta al “aborto no, o si, y bajo que circunstancias”, se enmarca en el contexto de una sociedad temerosa a equivocarse a la luz de los paradigmas que correctos o no nuestra cultura privilegia. Se enmarca en la perspectiva de una sociedad que prefiere aceptar el dogma e ignorar los hechos antes que realizar un esfuerzo real que, alejado de todo prejuicio, nos conduzca a la búsqueda de nuestra verdad.
Quienes con todo derecho deberían asumir el papel protagónico en la polémica son todas aquellas mujeres que en algún momento de su vida, por cualquier causa, experimentaron un aborto y sus consecuencias. Sin embargo dudo mucho, que a la luz del justificado temor al rechazo social, estén dispuestas a rendir testimonio.
Por otro lado persistirá siempre el hecho insoslayable de que un hipotético aborto, habría cancelado el proceso que me permite hoy brindar mi opinión sobre el tema y a usted amigo lector, considerarla.
¿Cuando podemos considerar que ya existe un Ser Humano? ¿Un día después del embarazo? ¿Una semana después? ¿Cuándo? Jamás estaremos en condiciones de responder con toda certeza a estas y muchas otras preguntas. Lo único podemos afirmar con toda certidumbre es que el aborto cancela definitivamente el proceso que nos ha permitido a Ud. y a TODOS nosotros compartir esta lectura.
Sin embargo, no podemos emitir opinión ni para bien ni para mal ante el hecho de un aborto y mucho menos legislar sobre lo que difícilmente conocemos en todas sus motivaciones y alcances, nos harían falta los testigos principales del juicio: las mujeres que han experimentado el aborto y que sobrevivieron; las que lo experimentaron y murieron en el transcurso y todos aquellos que pudiendo ser no fueron....
La sociedad entera se debería avocar al desarrollo de la conciencia plena del significado de la sexualidad en nuestra juventud y en los adultos para la prevención de los embarazos no deseados y nuestros legisladores, a promover el castigo ejemplar y expedito a los violadores antes que pensar en castigar aún más a las víctimas.
Realmente es para Ripley: ¡Un juicio sin testigos, con un jurado de hombres en su inmensa mayoría castigando a mujeres víctimas de los propios hombres!
Con mis mejores deseos…
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
domingo, 24 de agosto de 2008
¿En donde están?
¿Qué hace la diferencia entre el asesinato del joven Fernando Marti y las miles de víctimas de la pobreza extrema, la injusticia, la intolerancia y la propia delincuencia? ¿Por qué solo hasta ahora pudieron concertar un acuerdo?
La respuesta es por el miedo que tienen los de la voz que si se escucha, que ya han sufrido, o no desean sufrir, en carne propia el calvario y la dolorosísima experiencia de Fernando y la familia Marti. El miedo que también aplica como respuesta a los motivos de una clase política ahora en peligro de perder, vía la ingobernabilidad, las prebendas y la garantía de impunidad con la que históricamente se han beneficiado.
Porque esa es, la garantía de absoluta impunidad que gozan unos cuantos, la verdadera causa de los males que aquejan a México. Pero no es la impunidad de los delincuentes que operan los negocios quienes eventualmente son asesinados o caen en la cárcel. Si no la impunidad de aquellos que lo han permitido por su incompetencia, negligencia o complicidad. Atributos principales de muchos de los que firmaron el pacto en contra de la inseguridad.
¿Dónde estaban el día de la firma del pacto los que verdaderamente usufructúan las increíbles cantidades de dinero producto del narcotráfico? ¿Dónde los verdaderos responsables de la colina del perro, del castillo en Dublín, de las propiedades en París, Houston, de la mega biblioteca, del Pemexgate, del desastre de PEMEX, del FOBAPROA, entre otros muchos de los ejemplos del latrocinio? ¿Dónde los verdaderos responsables de las masacres en Aguas Blancas, Acteal, de los asesinatos de periodistas, de los luchadores sociales, de los líderes de la disidencia sindical, de los soldados y de los policías honrados que como carne de cañón han muerto en la batalla que nos dicen que se está ganando? ¿Dónde los verdaderos responsables de la caída del sistema, del colapso de la economía cuando según esto le quitaron los alfileres? Si no estaban ellos mismos, estaban sus personeros en la reunión donde se firmó el pacto contra la inseguridad.
El impacto del secuestro y asesinato del joven Fernando fue atroz en toda la sociedad y en particular, a quienes tienen el poder para convocar y sentar en el banquillo de los acusados a los representantes de un sistema absolutamente agotado que ha incumplido e incumple con las expectativas del pueblo de México. Solo que se exigió el remedio a quienes son los causantes de la enfermedad.
Las propuestas contenidas en el pacto por la seguridad son por decir lo menos, coyunturales, mediáticas y oportunidad de negocio para algunos. No atienden a la causa raíz de la angustia, del dolor que sufren quienes han sido víctimas de la delincuencia organizada. Tampoco atacan al verdadero origen del clima de inseguridad, de injusticia y de inequidad que sufre nuestro país. Pero eso sí, instrumentadas por los ineptos, los negligentes o lo que es peor, ¡los cómplices! se constituirán seguramente en los instrumentos de control ciudadano que en la práctica cancelarán las garantías individuales consagradas en la Constitución. Eso es lo que nos espera al final de la ruta del temor.
México no merece ese destino. Puede evitarse con la acción ciudadana asumiendo la parte de la responsabilidad que nos toca haciendo llegar a los partidos políticos, a los tres poderes de la unión y a todas las instancias de gobierno un mensaje contundente y definitivo que sea evidencia palpable de nuestra inconformidad y exigencia con el estado de las cosas que debe cambiar para mejorar. La propuesta de líneas de acción del Pacto Ciudadano son las siguientes:
Utilizar las elecciones intermedias de 2009 como la oportunidad de mostrar la fuerza de nuestro voto. Todos y cada uno de los ciudadanos a partir de ahora deben convertirse en promotores del voto razonado con el propósito de que en esa elección, si ninguno de los candidatos convence, en la privacidad de la urna invalidemos nuestro sufragio. No beneficiemos a los garantes de la impunidad con el voto útil o el del abstencionismo. Mostremos con el número de los votos cancelados que deben avocarse al bien de México.
Apoyar decididamente a las organizaciones que promueven la marcha en contra de la inseguridad, iluminemos a México no solo ese día ¡todos los días! a partir de ahora con un símbolo blanco en la puerta de nuestra casa, en nuestra ropa, ¡donde sea!
Vigilar que las modificaciones a las leyes que pretendan realizar con motivo de los compromisos derivados del pacto en contra de la inseguridad no atenten en contra de las garantías individuales consagradas en la constitución.
Contactar por correo electrónico o por el medio que sea posible a las autoridades, a los diputados y a los senadores que correspondan a nuestras comunidades para exigirles rendición de cuentas, actuar en contra de la impunidad y con lealtad a México.
Promover que ningún ciudadano conteste a encuestas de las televisoras. Las televisoras se cotizan de acuerdo al “rating” que calculan con base en nuestras respuestas, enviémosles el mensaje de que también ellas deben cambiar los contenidos para promover la cultura, los valores y la conciencia ciudadana.
Integrar en cada comunidad grupos ciudadanos que coordinen estas iniciativas o las que a su juicio deban emprender.
El cambio verdadero solo podrá darse a partir de la acción ciudadana y solo se requiere voluntad. Queda en la conciencia de cada uno de nosotros sumarse y enfrentar el reto.
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
La respuesta es por el miedo que tienen los de la voz que si se escucha, que ya han sufrido, o no desean sufrir, en carne propia el calvario y la dolorosísima experiencia de Fernando y la familia Marti. El miedo que también aplica como respuesta a los motivos de una clase política ahora en peligro de perder, vía la ingobernabilidad, las prebendas y la garantía de impunidad con la que históricamente se han beneficiado.
Porque esa es, la garantía de absoluta impunidad que gozan unos cuantos, la verdadera causa de los males que aquejan a México. Pero no es la impunidad de los delincuentes que operan los negocios quienes eventualmente son asesinados o caen en la cárcel. Si no la impunidad de aquellos que lo han permitido por su incompetencia, negligencia o complicidad. Atributos principales de muchos de los que firmaron el pacto en contra de la inseguridad.
¿Dónde estaban el día de la firma del pacto los que verdaderamente usufructúan las increíbles cantidades de dinero producto del narcotráfico? ¿Dónde los verdaderos responsables de la colina del perro, del castillo en Dublín, de las propiedades en París, Houston, de la mega biblioteca, del Pemexgate, del desastre de PEMEX, del FOBAPROA, entre otros muchos de los ejemplos del latrocinio? ¿Dónde los verdaderos responsables de las masacres en Aguas Blancas, Acteal, de los asesinatos de periodistas, de los luchadores sociales, de los líderes de la disidencia sindical, de los soldados y de los policías honrados que como carne de cañón han muerto en la batalla que nos dicen que se está ganando? ¿Dónde los verdaderos responsables de la caída del sistema, del colapso de la economía cuando según esto le quitaron los alfileres? Si no estaban ellos mismos, estaban sus personeros en la reunión donde se firmó el pacto contra la inseguridad.
El impacto del secuestro y asesinato del joven Fernando fue atroz en toda la sociedad y en particular, a quienes tienen el poder para convocar y sentar en el banquillo de los acusados a los representantes de un sistema absolutamente agotado que ha incumplido e incumple con las expectativas del pueblo de México. Solo que se exigió el remedio a quienes son los causantes de la enfermedad.
Las propuestas contenidas en el pacto por la seguridad son por decir lo menos, coyunturales, mediáticas y oportunidad de negocio para algunos. No atienden a la causa raíz de la angustia, del dolor que sufren quienes han sido víctimas de la delincuencia organizada. Tampoco atacan al verdadero origen del clima de inseguridad, de injusticia y de inequidad que sufre nuestro país. Pero eso sí, instrumentadas por los ineptos, los negligentes o lo que es peor, ¡los cómplices! se constituirán seguramente en los instrumentos de control ciudadano que en la práctica cancelarán las garantías individuales consagradas en la Constitución. Eso es lo que nos espera al final de la ruta del temor.
México no merece ese destino. Puede evitarse con la acción ciudadana asumiendo la parte de la responsabilidad que nos toca haciendo llegar a los partidos políticos, a los tres poderes de la unión y a todas las instancias de gobierno un mensaje contundente y definitivo que sea evidencia palpable de nuestra inconformidad y exigencia con el estado de las cosas que debe cambiar para mejorar. La propuesta de líneas de acción del Pacto Ciudadano son las siguientes:
Utilizar las elecciones intermedias de 2009 como la oportunidad de mostrar la fuerza de nuestro voto. Todos y cada uno de los ciudadanos a partir de ahora deben convertirse en promotores del voto razonado con el propósito de que en esa elección, si ninguno de los candidatos convence, en la privacidad de la urna invalidemos nuestro sufragio. No beneficiemos a los garantes de la impunidad con el voto útil o el del abstencionismo. Mostremos con el número de los votos cancelados que deben avocarse al bien de México.
Apoyar decididamente a las organizaciones que promueven la marcha en contra de la inseguridad, iluminemos a México no solo ese día ¡todos los días! a partir de ahora con un símbolo blanco en la puerta de nuestra casa, en nuestra ropa, ¡donde sea!
Vigilar que las modificaciones a las leyes que pretendan realizar con motivo de los compromisos derivados del pacto en contra de la inseguridad no atenten en contra de las garantías individuales consagradas en la constitución.
Contactar por correo electrónico o por el medio que sea posible a las autoridades, a los diputados y a los senadores que correspondan a nuestras comunidades para exigirles rendición de cuentas, actuar en contra de la impunidad y con lealtad a México.
Promover que ningún ciudadano conteste a encuestas de las televisoras. Las televisoras se cotizan de acuerdo al “rating” que calculan con base en nuestras respuestas, enviémosles el mensaje de que también ellas deben cambiar los contenidos para promover la cultura, los valores y la conciencia ciudadana.
Integrar en cada comunidad grupos ciudadanos que coordinen estas iniciativas o las que a su juicio deban emprender.
El cambio verdadero solo podrá darse a partir de la acción ciudadana y solo se requiere voluntad. Queda en la conciencia de cada uno de nosotros sumarse y enfrentar el reto.
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
domingo, 17 de agosto de 2008
Como si nada...
En un país de cuyo nombre a veces no quisiera acordarme, pero me acuerdo todos los días, tuve una experiencia que no podría olvidar y que en estos días vino a mi memoria…
Trabajaba yo en un tiempo, como ahora, en una empresa muy importante cuando, un día de tantos, llamé por teléfono a Pedro, funcionario amigo mío de hacía ya muchos años, solo para enterarme del ataque cardiaco que había sufrido. Mi amigo se encontraba muy grave en el hospital…
Colgué apesadumbrado cuando justo en ese momento alcancé a ver al jefe de mi amigo entrar a una oficina cercana a donde acudí de inmediato en busca de mayores noticias… solo para encontrarme con una escena que nunca esperé… el silencio se podía cortar con tijeras y el miedo, entendí después, pintaba el rostro de quienes compartían ese espacio. ¿Qué les pasa? les pregunté y la respuesta no tardó en llegar… Acusaron de irregularidades a Pedro y su corazón falló… Ese día el miedo presente en esa oficina caló en lo más profundo de mi ánimo pues semanas antes el auditor en jefe había convocado a una reunión a todos los mandos medios de la empresa donde, sin recato, espetó a un auditorio lleno, palabras más, palabras menos: ¡Todos ustedes son corruptos y deben acusar a sus jefes! Si no lo hacen, ¡los meto a la cárcel!…
Las palabras del auditor en jefe impactaron gravemente el ánimo de todos en la organización; sin negar las manzanas podridas que siempre hay en todas las empresas y que en esa reunión había más de una… la gran mayoría eran personas, como usted o como yo, padres y madres de familias honradas que simplemente estaban dedicados a su trabajo. Funcionarios que no tenían nada que ver con la corrupción a que aludía sin hacer distingos ese tristemente recordado auditor en jefe que dejó dolor, frustración, impotencia y coraje a quienes acusó sin mayor sustento que el prejuicio y la sospecha infundada.
La labor del auditor es imprescindible e importante pues siempre habrá lobos disfrazados de ovejas, delincuentes disfrazados de funcionarios, que sin duda alguna su lugar es la cárcel. Para cumplir con ese propósito, el auditor debe actuar con coraje y bravura en la defensa del patrimonio de las instituciones. Sin embargo el fin nunca justificará los medios como la prepotencia, la intimidación y la acusación generalizada con la que se señaló a todos en esa reunión.
¿Supo ese auditor en jefe y sus subordinados el daño que causaron? No lo sé, solo sé que algunos de los pillos de esa reunión siguen como si nada y que muchos, la gran mayoría, para que no los pudieran acusar de nada, justamente hicieron a partir de ese día eso: ¡Nada! Provocando la parálisis de la empresa. En esa época se decía “Si alguien se está ahogando y aunque sepas, no encuentras en el librito el procedimiento para salvarlo… mejor deja que muera… porqué si no el ahogado serás tú”
¿Y por qué me vino a la memoria todo esto? Porque ¡Ojala y me equivoque! Hace unos días me tocó ver muestras de épocas que parecían ya superadas… A todo esto mi amigo Pedro se recuperó, sigue dando lata y las acusaciones como sabíamos resultaron sin fundamento, pero ni dudarlo, palo dado ni Dios lo quita… ¿Que qué pasó con el entonces auditor en jefe? Hasta donde yo sé está como los verdaderos pillos… ¡Como si nada! ¿Y la empresa…?
Todavía se acuerda.
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
Trabajaba yo en un tiempo, como ahora, en una empresa muy importante cuando, un día de tantos, llamé por teléfono a Pedro, funcionario amigo mío de hacía ya muchos años, solo para enterarme del ataque cardiaco que había sufrido. Mi amigo se encontraba muy grave en el hospital…
Colgué apesadumbrado cuando justo en ese momento alcancé a ver al jefe de mi amigo entrar a una oficina cercana a donde acudí de inmediato en busca de mayores noticias… solo para encontrarme con una escena que nunca esperé… el silencio se podía cortar con tijeras y el miedo, entendí después, pintaba el rostro de quienes compartían ese espacio. ¿Qué les pasa? les pregunté y la respuesta no tardó en llegar… Acusaron de irregularidades a Pedro y su corazón falló… Ese día el miedo presente en esa oficina caló en lo más profundo de mi ánimo pues semanas antes el auditor en jefe había convocado a una reunión a todos los mandos medios de la empresa donde, sin recato, espetó a un auditorio lleno, palabras más, palabras menos: ¡Todos ustedes son corruptos y deben acusar a sus jefes! Si no lo hacen, ¡los meto a la cárcel!…
Las palabras del auditor en jefe impactaron gravemente el ánimo de todos en la organización; sin negar las manzanas podridas que siempre hay en todas las empresas y que en esa reunión había más de una… la gran mayoría eran personas, como usted o como yo, padres y madres de familias honradas que simplemente estaban dedicados a su trabajo. Funcionarios que no tenían nada que ver con la corrupción a que aludía sin hacer distingos ese tristemente recordado auditor en jefe que dejó dolor, frustración, impotencia y coraje a quienes acusó sin mayor sustento que el prejuicio y la sospecha infundada.
La labor del auditor es imprescindible e importante pues siempre habrá lobos disfrazados de ovejas, delincuentes disfrazados de funcionarios, que sin duda alguna su lugar es la cárcel. Para cumplir con ese propósito, el auditor debe actuar con coraje y bravura en la defensa del patrimonio de las instituciones. Sin embargo el fin nunca justificará los medios como la prepotencia, la intimidación y la acusación generalizada con la que se señaló a todos en esa reunión.
¿Supo ese auditor en jefe y sus subordinados el daño que causaron? No lo sé, solo sé que algunos de los pillos de esa reunión siguen como si nada y que muchos, la gran mayoría, para que no los pudieran acusar de nada, justamente hicieron a partir de ese día eso: ¡Nada! Provocando la parálisis de la empresa. En esa época se decía “Si alguien se está ahogando y aunque sepas, no encuentras en el librito el procedimiento para salvarlo… mejor deja que muera… porqué si no el ahogado serás tú”
¿Y por qué me vino a la memoria todo esto? Porque ¡Ojala y me equivoque! Hace unos días me tocó ver muestras de épocas que parecían ya superadas… A todo esto mi amigo Pedro se recuperó, sigue dando lata y las acusaciones como sabíamos resultaron sin fundamento, pero ni dudarlo, palo dado ni Dios lo quita… ¿Que qué pasó con el entonces auditor en jefe? Hasta donde yo sé está como los verdaderos pillos… ¡Como si nada! ¿Y la empresa…?
Todavía se acuerda.
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
domingo, 10 de agosto de 2008
8 + 8 + 8
Para la inmensa mayoría de los ciudadanos del mundo, atentos al inicio de los Juegos de la XXIX Olimpiada de Beijing, pasó desapercibida la noticia de que, ese mismo día 8 de Agosto de 2008, el día de la buena suerte para el pueblo Chino, no lo sería en absoluto para el pueblo de Georgia.
Escasas horas antes, Georgia recibió el primero de muchos bombardeos de las fuerzas Rusas en un ataque que ha sido calificado fuera de toda proporción. A la hora de la ceremonia inaugural, cuando los deportistas del todo el mundo incluidos los de las fuerzas contendientes celebraban el inicio de la magna justa frente a 4,000 millones de espectadores, cuando el rostro normalmente imperturbable de Putin esbozaba una sonrisa, seguramente caía una víctima más de las 1,700 que se acumularon en ese día.
Y ni una palabra de los responsables del olimpismo mundial ante la flagrante violación del periodo de paz y armonía que debía darse durante la realización de los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia, la Ekecheiri, que no podía ser violado bajo ninguna circunstancia…
Y tampoco ni una sola palabra del gobierno Chino, anfitrión que no puede permitir nada que empañe la fiesta de presentación del nuevo rostro esculpido con mucho trabajo, tesón, disciplina que busca promover con los Juegos de la XXIX Olimpiada. Evento y circunstancias que traen a mi memoria una anécdota que me tocó vivir minutos después de hospedarme a principios de los años 70 en el recién estrenado Hotel Pekín de la capital china que ahora les cuento…
Ya instalado en lo que parecía una habitación que no le pedía nada a cualquier hotel de cinco estrellas, bajé a la recepción y pregunté por el bar. El encargado puso cara de sorpresa, me pidió esperar unos minutos y desapareció. Al cabo de un rato con una sonrisa pintada en la cara amablemente me condujo a un salón que en la puerta tenía un letrerito de cartón pintado apresuradamente que lo identificaba como el bar y al que, acto seguido, con toda ceremonia, me invitó a entrar. En el centro del salón estaba una impresionante mesa de billar, un par de mesas y un empleado tras un carrito con algunas botellas de licor a quien, ni tardo ni perezoso, solicité una bebida.
Para mi asombro el “barman” empezó a medir una y otra vez ¡en una probeta! la cantidad exacta de licor que no atinaba a concretar decidí entonces, en lo que el novato barman concluía, probar la mesa de billar… y tomé un taco, ¿taco? ¡Cuál taco no pesa nada! pues era de bambú… tomé las bolas ¿bolas? ¡Cuáles bolas, no pesan nada! Pues eran de madera ligera. Para no hacerles el cuento largo, el hotel, el bar, la mesa de billar, el taco y las bolas solo formaban parte de una escenografía bien puesta pero al fin y al cabo una mala copia de la realidad.
Hoy China ha cambiado tras los más de 30 años de esa anécdota que califique entonces de divertida pero que, ahora lo entiendo, de divertida no tuvo nada. El pueblo chino, una cultura milenaria, ahora con un principalísimo papel en la economía mundial y logros impresionantes se ha esforzado mucho para llegar al 8 del 8 del 8 sin embargo, no dejo de pensar que lo que ahora nos muestra su gobierno -guardadas las debidas proporciones- sea un poco lo que viví en ese bar que no lo era.
El silencio ante la violación a la ekecheiri de los antiguos griegos, el asunto del Tíbet, la violación de los derechos humanos, el nulo respeto por la libertad de expresión y el desastre ecológico del que todos hemos sido testigos, son los estigmas escondidos tras la fabulosa escenografía inaugural de los Juegos de la XXIX Olimpiada que muestran que para el gobierno chino, no para su pueblo, los tacos siguen siendo de bambú y las bolas de madera ligera.
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
Escasas horas antes, Georgia recibió el primero de muchos bombardeos de las fuerzas Rusas en un ataque que ha sido calificado fuera de toda proporción. A la hora de la ceremonia inaugural, cuando los deportistas del todo el mundo incluidos los de las fuerzas contendientes celebraban el inicio de la magna justa frente a 4,000 millones de espectadores, cuando el rostro normalmente imperturbable de Putin esbozaba una sonrisa, seguramente caía una víctima más de las 1,700 que se acumularon en ese día.
Y ni una palabra de los responsables del olimpismo mundial ante la flagrante violación del periodo de paz y armonía que debía darse durante la realización de los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia, la Ekecheiri, que no podía ser violado bajo ninguna circunstancia…
Y tampoco ni una sola palabra del gobierno Chino, anfitrión que no puede permitir nada que empañe la fiesta de presentación del nuevo rostro esculpido con mucho trabajo, tesón, disciplina que busca promover con los Juegos de la XXIX Olimpiada. Evento y circunstancias que traen a mi memoria una anécdota que me tocó vivir minutos después de hospedarme a principios de los años 70 en el recién estrenado Hotel Pekín de la capital china que ahora les cuento…
Ya instalado en lo que parecía una habitación que no le pedía nada a cualquier hotel de cinco estrellas, bajé a la recepción y pregunté por el bar. El encargado puso cara de sorpresa, me pidió esperar unos minutos y desapareció. Al cabo de un rato con una sonrisa pintada en la cara amablemente me condujo a un salón que en la puerta tenía un letrerito de cartón pintado apresuradamente que lo identificaba como el bar y al que, acto seguido, con toda ceremonia, me invitó a entrar. En el centro del salón estaba una impresionante mesa de billar, un par de mesas y un empleado tras un carrito con algunas botellas de licor a quien, ni tardo ni perezoso, solicité una bebida.
Para mi asombro el “barman” empezó a medir una y otra vez ¡en una probeta! la cantidad exacta de licor que no atinaba a concretar decidí entonces, en lo que el novato barman concluía, probar la mesa de billar… y tomé un taco, ¿taco? ¡Cuál taco no pesa nada! pues era de bambú… tomé las bolas ¿bolas? ¡Cuáles bolas, no pesan nada! Pues eran de madera ligera. Para no hacerles el cuento largo, el hotel, el bar, la mesa de billar, el taco y las bolas solo formaban parte de una escenografía bien puesta pero al fin y al cabo una mala copia de la realidad.
Hoy China ha cambiado tras los más de 30 años de esa anécdota que califique entonces de divertida pero que, ahora lo entiendo, de divertida no tuvo nada. El pueblo chino, una cultura milenaria, ahora con un principalísimo papel en la economía mundial y logros impresionantes se ha esforzado mucho para llegar al 8 del 8 del 8 sin embargo, no dejo de pensar que lo que ahora nos muestra su gobierno -guardadas las debidas proporciones- sea un poco lo que viví en ese bar que no lo era.
El silencio ante la violación a la ekecheiri de los antiguos griegos, el asunto del Tíbet, la violación de los derechos humanos, el nulo respeto por la libertad de expresión y el desastre ecológico del que todos hemos sido testigos, son los estigmas escondidos tras la fabulosa escenografía inaugural de los Juegos de la XXIX Olimpiada que muestran que para el gobierno chino, no para su pueblo, los tacos siguen siendo de bambú y las bolas de madera ligera.
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
PS Si alguien tiene una silla de ruedas que pueda donar o cooperar para comprar una nueva, por favor comunicarse al 152-2038 o enviar un correo electrónico, Vicky la necesita.
domingo, 3 de agosto de 2008
La propuesta del PRI...
Cuando realicé el análisis del primer conjunto de iniciativas sobre la reforma petrolera, concluí que de ser aprobadas, estas le otorgarían al gobierno federal el control absoluto sobre los recursos petroleros a través de la Secretaría de Energía (SENER) quien para ese propósito, se apoyaría en una “Comisión del Petróleo” ciertamente subordinada y sin autonomía real. En ese escenario, el papel de Petróleos Mexicanos (PEMEX) sería únicamente el de un operador muy flexible de las decisiones del ejecutivo federal al cual el concepto acotado de “renta petrolera” y las propuestas respecto a la maquila de gasolinas, las formas de contratación, las condicionantes para el uso de los recursos excedentes provocarían un debilitamiento aun mayor de la competitividad de sus activos.
Se sucedieron entonces los debates sobre las iniciativas del ejecutivo federal y la presentación de un nuevo documento para el análisis: la propuesta del Partido Revolucionario Institucional donde se establece, fuera de toda duda, que el estado llevará a cabo, en forma directa, exclusiva y excluyente, la exploración, extracción y explotación integral del petróleo incluyendo en el alcance a la zona económica exclusiva situada fuera del mar territorial, ahora con un concepto “ampliado” de la renta petrolera que considera no solo las ventas de primera mano del crudo, si no también la de los subproductos.
Por su parte, la gobernabilidad del proceso se distribuiría ahora entre el ejecutivo federal y el poder legislativo quien sancionaría, por mayoría absoluta, la designación de consejeros y comisionados. Proceso que se vería también favorecido por las previsiones respecto de la duración en el encargo y la rotación escalonada de los funcionarios que darían lugar a una toma de decisiones independiente de factores políticos o de coyuntura y, muy principalmente, por la creación de la Comisión Nacional Reguladora del Petróleo (CNRP) que sería un organismo descentralizado, con plena autonomía de la SENER, encargado de regular y supervisar técnicamente las actividades de exploración y explotación sin omitir el cálculo y actualización de las reservas. Aspecto particularmente relevante que otorgaría a la cuantificación de las reservas mucha mayor certidumbre y transparencia. Las facultades de la SENER entonces se enfocarían a determinar y conducir una política energética integral que deberá incluir los conceptos de seguridad, diversificación, ahorro y protección al medio ambiente considerando en lo que toca a la materia petrolera la opinión técnica de la CNRP por mandato de la Ley.
La iniciativa del PRI también fortalece a la Comisión Reguladora de Energía (CREE) y le adiciona la responsabilidad de fijar los precios de primera mano de las materias primas para la producción de fertilizantes lo que sin duda contribuirá a reactivar la industria de los fertilizantes y me general a fortalecer el sector agrícola para la producción de alimentos.
En lo que toca al régimen de adquisiciones y contratos, si bien es cierto que en lo general se mantiene la propuesta del ejecutivo federal, se cancela la percepción de la figura de los “contratos de riesgo” por el acotamiento de la discrecionalidad a través de un comité de adquisiciones, el establecimiento de mecanismos de precios, reglas mínimas contempladas en la ley, la publicidad de los contratos y el registro público de contratos entre otras medidas.
El papel de PEMEX sería ahora el de operador de la política energética en la cuestión petrolera supervisado técnicamente por la CNRP y en lo que le corresponde por la SENER quien se desvincula de la operación tal como se percibía en el esquema planteado el primer conjunto de iniciativas. PEMEX gozaría de una mucha mayor flexibilidad para su operación con una escasa intervención de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ajena ahora del control de los aspectos presupuestales y de la autorización de los precios inter organismos manteniendo una eventual intervención para impedir la contratación de deuda en los casos preestablecidos en la ley. Para la inversión PEMEX podría disponer de inmediato del 10% de los excedentes petroleros hasta alcanzar gradualmente el 100% en el 2012 sujeto al cumplimiento de metas respecto al balance financiero y a no incrementar el número de plazas. Posición más flexible que la propuesta del ejecutivo.
No obstante lo anterior, que resuelve en buena medida las objeciones a la propuesta del ejecutivo federal, la correspondiente al PRI no hace propias muchos de los consensos implícitos resultado de los debates, no atiende por ejemplo, la necesidad del desarrollo tecnológico en la materia petrolera así, la iniciativa no contempla incentivos ni obligaciones de PEMEX respecto del Instituto Mexicano del Petróleo. Y si bien es cierto que se crea el fondo de transición energética, los incentivos serán para otras fuentes alternativas de energía distintas al petróleo. Otro tema fundamental al que tampoco alude la propuesta del PRI es la necesidad de redefinir y transparentar la relación y el financiamiento del sindicato petrolero.
Finalmente la propuesta del PRI tampoco toca la parte correspondiente a la industria petroquímica distinta de la básica; salvo que el nuevo esquema para la fijación del precio de la materias primas para la producción de fertilizantes y que la cancelación de la intervención de la SHCP en la determinación de los precios interorganismos signifique un cambio en la política de precios, no se percibe mayores incentivos ni obligaciones de PEMEX respecto a la petroquímica secundaria y en cambio si mantiene la intervención de la SHCP en la autorización de los precios de sus productos.
En síntesis, la propuesta del PRI sin duda alguna toma buena parte de la propuesta del ejecutivo pero aún así, resuelve muchas de las preocupaciones que esta generó. Sin embargo, lamentablemente es omisa en cuanto a otras de las preocupaciones fundamentales que fueron evidentes en los debates: el desarrollo de la petroquímica no básica, el impulso al desarrollo tecnológico petrolero y la relación con el sindicato. Y si en cambio plantea nuevas interrogantes, como la justificación para incluir en la ley la facultad de ejecutivo para crear otras empresas, que si bien serían propiedad de Pemex, van en contra de la tendencia mundial a la integración de las empresas petroleras.
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
Se sucedieron entonces los debates sobre las iniciativas del ejecutivo federal y la presentación de un nuevo documento para el análisis: la propuesta del Partido Revolucionario Institucional donde se establece, fuera de toda duda, que el estado llevará a cabo, en forma directa, exclusiva y excluyente, la exploración, extracción y explotación integral del petróleo incluyendo en el alcance a la zona económica exclusiva situada fuera del mar territorial, ahora con un concepto “ampliado” de la renta petrolera que considera no solo las ventas de primera mano del crudo, si no también la de los subproductos.
Por su parte, la gobernabilidad del proceso se distribuiría ahora entre el ejecutivo federal y el poder legislativo quien sancionaría, por mayoría absoluta, la designación de consejeros y comisionados. Proceso que se vería también favorecido por las previsiones respecto de la duración en el encargo y la rotación escalonada de los funcionarios que darían lugar a una toma de decisiones independiente de factores políticos o de coyuntura y, muy principalmente, por la creación de la Comisión Nacional Reguladora del Petróleo (CNRP) que sería un organismo descentralizado, con plena autonomía de la SENER, encargado de regular y supervisar técnicamente las actividades de exploración y explotación sin omitir el cálculo y actualización de las reservas. Aspecto particularmente relevante que otorgaría a la cuantificación de las reservas mucha mayor certidumbre y transparencia. Las facultades de la SENER entonces se enfocarían a determinar y conducir una política energética integral que deberá incluir los conceptos de seguridad, diversificación, ahorro y protección al medio ambiente considerando en lo que toca a la materia petrolera la opinión técnica de la CNRP por mandato de la Ley.
La iniciativa del PRI también fortalece a la Comisión Reguladora de Energía (CREE) y le adiciona la responsabilidad de fijar los precios de primera mano de las materias primas para la producción de fertilizantes lo que sin duda contribuirá a reactivar la industria de los fertilizantes y me general a fortalecer el sector agrícola para la producción de alimentos.
En lo que toca al régimen de adquisiciones y contratos, si bien es cierto que en lo general se mantiene la propuesta del ejecutivo federal, se cancela la percepción de la figura de los “contratos de riesgo” por el acotamiento de la discrecionalidad a través de un comité de adquisiciones, el establecimiento de mecanismos de precios, reglas mínimas contempladas en la ley, la publicidad de los contratos y el registro público de contratos entre otras medidas.
El papel de PEMEX sería ahora el de operador de la política energética en la cuestión petrolera supervisado técnicamente por la CNRP y en lo que le corresponde por la SENER quien se desvincula de la operación tal como se percibía en el esquema planteado el primer conjunto de iniciativas. PEMEX gozaría de una mucha mayor flexibilidad para su operación con una escasa intervención de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ajena ahora del control de los aspectos presupuestales y de la autorización de los precios inter organismos manteniendo una eventual intervención para impedir la contratación de deuda en los casos preestablecidos en la ley. Para la inversión PEMEX podría disponer de inmediato del 10% de los excedentes petroleros hasta alcanzar gradualmente el 100% en el 2012 sujeto al cumplimiento de metas respecto al balance financiero y a no incrementar el número de plazas. Posición más flexible que la propuesta del ejecutivo.
No obstante lo anterior, que resuelve en buena medida las objeciones a la propuesta del ejecutivo federal, la correspondiente al PRI no hace propias muchos de los consensos implícitos resultado de los debates, no atiende por ejemplo, la necesidad del desarrollo tecnológico en la materia petrolera así, la iniciativa no contempla incentivos ni obligaciones de PEMEX respecto del Instituto Mexicano del Petróleo. Y si bien es cierto que se crea el fondo de transición energética, los incentivos serán para otras fuentes alternativas de energía distintas al petróleo. Otro tema fundamental al que tampoco alude la propuesta del PRI es la necesidad de redefinir y transparentar la relación y el financiamiento del sindicato petrolero.
Finalmente la propuesta del PRI tampoco toca la parte correspondiente a la industria petroquímica distinta de la básica; salvo que el nuevo esquema para la fijación del precio de la materias primas para la producción de fertilizantes y que la cancelación de la intervención de la SHCP en la determinación de los precios interorganismos signifique un cambio en la política de precios, no se percibe mayores incentivos ni obligaciones de PEMEX respecto a la petroquímica secundaria y en cambio si mantiene la intervención de la SHCP en la autorización de los precios de sus productos.
En síntesis, la propuesta del PRI sin duda alguna toma buena parte de la propuesta del ejecutivo pero aún así, resuelve muchas de las preocupaciones que esta generó. Sin embargo, lamentablemente es omisa en cuanto a otras de las preocupaciones fundamentales que fueron evidentes en los debates: el desarrollo de la petroquímica no básica, el impulso al desarrollo tecnológico petrolero y la relación con el sindicato. Y si en cambio plantea nuevas interrogantes, como la justificación para incluir en la ley la facultad de ejecutivo para crear otras empresas, que si bien serían propiedad de Pemex, van en contra de la tendencia mundial a la integración de las empresas petroleras.
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
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