¿Qué hace la diferencia entre el asesinato del joven Fernando Marti y las miles de víctimas de la pobreza extrema, la injusticia, la intolerancia y la propia delincuencia? ¿Por qué solo hasta ahora pudieron concertar un acuerdo?
La respuesta es por el miedo que tienen los de la voz que si se escucha, que ya han sufrido, o no desean sufrir, en carne propia el calvario y la dolorosísima experiencia de Fernando y la familia Marti. El miedo que también aplica como respuesta a los motivos de una clase política ahora en peligro de perder, vía la ingobernabilidad, las prebendas y la garantía de impunidad con la que históricamente se han beneficiado.
Porque esa es, la garantía de absoluta impunidad que gozan unos cuantos, la verdadera causa de los males que aquejan a México. Pero no es la impunidad de los delincuentes que operan los negocios quienes eventualmente son asesinados o caen en la cárcel. Si no la impunidad de aquellos que lo han permitido por su incompetencia, negligencia o complicidad. Atributos principales de muchos de los que firmaron el pacto en contra de la inseguridad.
¿Dónde estaban el día de la firma del pacto los que verdaderamente usufructúan las increíbles cantidades de dinero producto del narcotráfico? ¿Dónde los verdaderos responsables de la colina del perro, del castillo en Dublín, de las propiedades en París, Houston, de la mega biblioteca, del Pemexgate, del desastre de PEMEX, del FOBAPROA, entre otros muchos de los ejemplos del latrocinio? ¿Dónde los verdaderos responsables de las masacres en Aguas Blancas, Acteal, de los asesinatos de periodistas, de los luchadores sociales, de los líderes de la disidencia sindical, de los soldados y de los policías honrados que como carne de cañón han muerto en la batalla que nos dicen que se está ganando? ¿Dónde los verdaderos responsables de la caída del sistema, del colapso de la economía cuando según esto le quitaron los alfileres? Si no estaban ellos mismos, estaban sus personeros en la reunión donde se firmó el pacto contra la inseguridad.
El impacto del secuestro y asesinato del joven Fernando fue atroz en toda la sociedad y en particular, a quienes tienen el poder para convocar y sentar en el banquillo de los acusados a los representantes de un sistema absolutamente agotado que ha incumplido e incumple con las expectativas del pueblo de México. Solo que se exigió el remedio a quienes son los causantes de la enfermedad.
Las propuestas contenidas en el pacto por la seguridad son por decir lo menos, coyunturales, mediáticas y oportunidad de negocio para algunos. No atienden a la causa raíz de la angustia, del dolor que sufren quienes han sido víctimas de la delincuencia organizada. Tampoco atacan al verdadero origen del clima de inseguridad, de injusticia y de inequidad que sufre nuestro país. Pero eso sí, instrumentadas por los ineptos, los negligentes o lo que es peor, ¡los cómplices! se constituirán seguramente en los instrumentos de control ciudadano que en la práctica cancelarán las garantías individuales consagradas en la Constitución. Eso es lo que nos espera al final de la ruta del temor.
México no merece ese destino. Puede evitarse con la acción ciudadana asumiendo la parte de la responsabilidad que nos toca haciendo llegar a los partidos políticos, a los tres poderes de la unión y a todas las instancias de gobierno un mensaje contundente y definitivo que sea evidencia palpable de nuestra inconformidad y exigencia con el estado de las cosas que debe cambiar para mejorar. La propuesta de líneas de acción del Pacto Ciudadano son las siguientes:
Utilizar las elecciones intermedias de 2009 como la oportunidad de mostrar la fuerza de nuestro voto. Todos y cada uno de los ciudadanos a partir de ahora deben convertirse en promotores del voto razonado con el propósito de que en esa elección, si ninguno de los candidatos convence, en la privacidad de la urna invalidemos nuestro sufragio. No beneficiemos a los garantes de la impunidad con el voto útil o el del abstencionismo. Mostremos con el número de los votos cancelados que deben avocarse al bien de México.
Apoyar decididamente a las organizaciones que promueven la marcha en contra de la inseguridad, iluminemos a México no solo ese día ¡todos los días! a partir de ahora con un símbolo blanco en la puerta de nuestra casa, en nuestra ropa, ¡donde sea!
Vigilar que las modificaciones a las leyes que pretendan realizar con motivo de los compromisos derivados del pacto en contra de la inseguridad no atenten en contra de las garantías individuales consagradas en la constitución.
Contactar por correo electrónico o por el medio que sea posible a las autoridades, a los diputados y a los senadores que correspondan a nuestras comunidades para exigirles rendición de cuentas, actuar en contra de la impunidad y con lealtad a México.
Promover que ningún ciudadano conteste a encuestas de las televisoras. Las televisoras se cotizan de acuerdo al “rating” que calculan con base en nuestras respuestas, enviémosles el mensaje de que también ellas deben cambiar los contenidos para promover la cultura, los valores y la conciencia ciudadana.
Integrar en cada comunidad grupos ciudadanos que coordinen estas iniciativas o las que a su juicio deban emprender.
El cambio verdadero solo podrá darse a partir de la acción ciudadana y solo se requiere voluntad. Queda en la conciencia de cada uno de nosotros sumarse y enfrentar el reto.
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
Las ideas son por los demás... así que en este espacio encontrarás las ideas que antes no lo eran por quedarse en la intimidad de mis temores. No serán buenas, ni malas, acaso ideas que lo serán por tí.
domingo, 24 de agosto de 2008
3 comentarios:
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Estimado Enrique:
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El país que tenemos hoy, con nuestra indolencia y apatía, todos hemos contribuido a forjarlo.
Después de muchos años en que la sociedad civil se conformó con hacer chistes de sus autoridades y suponiendo, equivocadamente, que la clase política no tenía remedio, aceptamos gobernantes ineptos e incultos; políticos cínicos y procases que únicamente vigilan sus interes personales y de grupo; una policia impreparada y corrupta.
Podemos proponer acciones de corto mediano y largo plazo para revertir el deterioro del país y dejarles a nuestros hijos un futuro menos sombrío.
Pero, lo más maravilloso que podemos hacer -me incluyo en primera línea- es cambiar e nuestro cotidiano actuar. Podemos empezar por respetarnos los unos a los otros, respetar al peatón, trabajar con honestidad, practicar valores y enseñarlos a nuestros hijos, mantener unida a la familia, no ocupar lugar para discapacitados, respetar las rampas para facilitar la movilidad de personas en sillas de ruedas. Y un muy largo etcétera que dejo a tu consideración.
Recuerdo, por haberlas leido en alguna parte, las palabras de Groucho Marx "Estamos como estamos, porqué somos como somos".
Un abrazo.
Carlos González Barreto.
Carlos, Está en nosotros cambiar y justo tu propuesta es mi propuesta, cambiar nuestras actitudes cotidianas y hacer lo correcto. Tiene razón Groucho Marx, si estamos asi por lo que somos, esto último lo podemos cambiar. ¡Está en nosotros!
ResponderBorrarno es posible como esta la situacion los de la direccion de seguridad publica del Df tengan pensado un operativo para verificar si los autos nuevos tienen GPS en el resto del mundo es una opcion no un requisito si no les falta pretexto para extorsionarte, en fin viva la corrupcion tercer mundista. a un amigo extranjero lo acusaron de hacer mudanza solo por traer una almohada en su auto.
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