Dedico este artículo a la memoria de quienes murieron en el Casino Royale en Monterrey. Muy particularmente a la memoria de Lucia del Carmen, hermana de nuestra queridísima Mariana a quien enviamos todo nuestro afecto y solidaridad.
La violencia, está más que visto, genera violencia.
Lo que no resulta fácil de aceptar es que hoy, en México, la gran mayoría somos violentos. ¿Violentos? Si, pues existen formas diversas formas de serlo. Nietas todas de la ignorancia e hijas del temor y el resentimiento.
Aquella violencia emocional del juicio infundado, del señalamiento apresurado, de las diversas formas de protesta incluyendo las “pacíficas”, del insulto y el agravio que separan causando resentimiento y temor en aquellos que la reciben. Esa misma que, exacerbada, transforma a los “buenos” en los “malos” de la violencia física de las decenas de miles de víctimas. Las dos, alimentándose mutuamente, constituyendo el círculo perverso donde México se encuentra entrampado.
Pregunto, ¿Tenemos miedo a la violencia física? ¿Estamos resentidos por la seguridad perdida? ¿Hemos señalado y culpado? ¿Hemos proferido insultos y agraviado con el pensamiento o la palabra? Si, muchas veces, así que hemos de confesar violencia y en consecuencia también ser motivo de los múltiples problemas que enfrentamos. Hemos de confesar ser causa de una espiral que nadie nos enseñó cómo evitar y en la que, conforme ha crecido el temor y el resentimiento, participamos cada vez más, en general, sin conciencia de ello.
Recuerdo bien cuando de pequeños nos decían: “En alguien tiene que caber la prudencia para evitar los pleitos” y justo eso es lo que necesitamos ahora para romper el círculo perverso y dar una oportunidad a la paz en nuestro querido México. Y podemos lograrlo, solo que en este caso “el podemos” empieza por cada uno de nosotros sin preocuparnos por lo que hagan o dejen de hacer los demás. Será fácil si iniciamos por lo más sencillo…
Ver a los ojos con afecto, saludar con una sonrisa, disfrutar de las pequeñas grandes cosas de la vida y la naturaleza; ser amable al conducir, reconocer los zapatos bien boleados, de los mal ¡ni hablar!; dar propina generosa; pintar de Amor los labios tres veces al día o callar si no hay algo positivo que abonar, agradecer lo recibido y lo ganado, ser solidario y justo, expresar sentimientos positivos...
Y sí, se vale debatir y proponer en busca de consensos y soluciones creativas pero sin insultos, descalificaciones ni agravios de por medio. Y sí, se vale exigir con respeto rendición de cuentas y resultados pero de frente, con la calificación de nuestro voto no con la crítica y ni la diatriba. Y sí, se vale protestar pero no con el odio disfrazado de blanco que aun en silencio grita “yo estoy bien, tú estás mal” cuando difícilmente podemos lanzar la primera piedra. Y sí, se vale protestar, pero actuando, haciendo lo correcto cotidianamente, haciendo de nosotros, de nosotros mismos, el principal instrumento del cambio.
Dirá alguno y ¿Y a poco esto cambiará a “aquellos”? Lo desconozco, tal vez. De lo que estoy absolutamente convencido es que primero lo transformará a Usted y después se sumarán otros a su alrededor para dar entre todos, una oportunidad a la paz en nuestro país.
No faltará quien califique al autor de Idealista, iluso, soñador, incluso loco… pero no puedo dejar de imaginar a todo el pueblo viviendo la vida en Paz porque el Amor es fuente inagotable de Amor.
Porque México somos todos… y todos somos México ¡Demos una oportunidad a la Paz! ¡México no es así! ¡México es mejor!
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm
Las ideas son por los demás... así que en este espacio encontrarás las ideas que antes no lo eran por quedarse en la intimidad de mis temores. No serán buenas, ni malas, acaso ideas que lo serán por tí.
domingo, 28 de agosto de 2011
domingo, 21 de agosto de 2011
¡México es mejor!
El sábado pasado en el estadio de futbol Territorio Santos Modelo durante el encuentro entre los equipos Santos y Morelia, estuvo a punto de ocurrir una tragedia de grandes proporciones cuando, producto de las ya cotidianas balaceras, los aficionados vivieron momentos de extrema tensión y pánico en muchos casos.
Cómo el partido se transmitía en vivo la noticia se conoció de inmediato en todo el mundo. La reacción en la red social twitter fue explosiva, las autoridades se apresuraron a deslindarse, la Comisión de Derechos Humanos inició a investigar las posibles violaciones, la Federación Mexicana de Futbol se comprometió a revisar la seguridad de los estadios, los opositores a condenar e insultar a los culpables de siempre, todos a condenar los hechos, etcétera, etcétera, etcétera… En general lo mismo que ya conocen, lo de siempre. No obstante dentro de todo, alcancé a ver en la red un lamento sincero que me hizo recordar el texto que ahora reproduzco en parte…
«…Un tenue resplandor en la pared de cristal de roca insinuaba ya el amanecer en aquélla minúscula cueva donde el joven guerrero esperaba el rito final de su iniciación… Esa fría noche que ya se iba, culminaba los arduos años de preparación. Esa fría noche, el sahumerio de copa, acompañó el profundo sueño donde visitó a sus ancestros y conoció lo que le deparaban los dioses como el nuevo acólito a quien le serían revelados todos los secretos…
Tan pronto escuchó el canto del jilguero anunciando el arribo de su anciano maestro, calzó las sandalias, vistió el humilde ayate y encaminó sus pasos a la entrada de la cueva para partir en silencio rumbo a la terraza ocupada ya por los sumos sacerdotes que, como él ahora, tenían la misión de preservar la nación…
Ya reunidos, de súbito, el sonido de los caracoles inundó el espacio hasta los confines de aquella maravillosa tierra, al mismo tiempo que pronunciaban el Mantra sagrado de su fe… Meshico, Meshico…
Muchos años han pasado desde esa hipotética noche, muchos más desde que se fundó la gran Tenochtitlán y muchísimos más desde que Teotihuacán fue la Morada de los Dioses… mucho ha cambiado Meshico, México como le llamamos ahora, tanto que de aquella gran civilización resta muy poco porque la historia escrita por los vencedores excluyó de ella su espíritu…
Hoy somos mexicanos, si acaso, por nacer en la misma geografía de la que muchos huyen. Somos mexicanos, si acaso, por los eventuales y breves momentos en que musitamos –que no entonamos- un himno nacional que casi nadie recuerda, a una bandera a la que nadie honra como antaño.
Me pregunto, ¿Dónde quedó el Meshico de ese joven guerrero? ¿A cuál México llegamos? ¿A un estado fallido? Me rehúso a aceptarlo, y si hoy escribo esto no es por la nostalgia, sino por el anhelo de ese espíritu que aún pervive, que aún impulsa a muchos creyentes de que lo que vivimos hoy no es México, México es mejor. Siempre lo ha sido…»
Aún es tiempo, podemos recuperar su espíritu si hacemos caso a Carlos Garza Falla (twitter.com/cgf59) quién en medio de la crisis del estadio expresó: “…en este instante lo de menos es identificar culpables, lo de mas es gritar que no queremos vivir así. Y actuar en consecuencia. TODOS” pues como decía el mensaje que leí en la red:
“México no puede ser así…”
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm
Cómo el partido se transmitía en vivo la noticia se conoció de inmediato en todo el mundo. La reacción en la red social twitter fue explosiva, las autoridades se apresuraron a deslindarse, la Comisión de Derechos Humanos inició a investigar las posibles violaciones, la Federación Mexicana de Futbol se comprometió a revisar la seguridad de los estadios, los opositores a condenar e insultar a los culpables de siempre, todos a condenar los hechos, etcétera, etcétera, etcétera… En general lo mismo que ya conocen, lo de siempre. No obstante dentro de todo, alcancé a ver en la red un lamento sincero que me hizo recordar el texto que ahora reproduzco en parte…
«…Un tenue resplandor en la pared de cristal de roca insinuaba ya el amanecer en aquélla minúscula cueva donde el joven guerrero esperaba el rito final de su iniciación… Esa fría noche que ya se iba, culminaba los arduos años de preparación. Esa fría noche, el sahumerio de copa, acompañó el profundo sueño donde visitó a sus ancestros y conoció lo que le deparaban los dioses como el nuevo acólito a quien le serían revelados todos los secretos…
Tan pronto escuchó el canto del jilguero anunciando el arribo de su anciano maestro, calzó las sandalias, vistió el humilde ayate y encaminó sus pasos a la entrada de la cueva para partir en silencio rumbo a la terraza ocupada ya por los sumos sacerdotes que, como él ahora, tenían la misión de preservar la nación…
Ya reunidos, de súbito, el sonido de los caracoles inundó el espacio hasta los confines de aquella maravillosa tierra, al mismo tiempo que pronunciaban el Mantra sagrado de su fe… Meshico, Meshico…
Muchos años han pasado desde esa hipotética noche, muchos más desde que se fundó la gran Tenochtitlán y muchísimos más desde que Teotihuacán fue la Morada de los Dioses… mucho ha cambiado Meshico, México como le llamamos ahora, tanto que de aquella gran civilización resta muy poco porque la historia escrita por los vencedores excluyó de ella su espíritu…
Hoy somos mexicanos, si acaso, por nacer en la misma geografía de la que muchos huyen. Somos mexicanos, si acaso, por los eventuales y breves momentos en que musitamos –que no entonamos- un himno nacional que casi nadie recuerda, a una bandera a la que nadie honra como antaño.
Me pregunto, ¿Dónde quedó el Meshico de ese joven guerrero? ¿A cuál México llegamos? ¿A un estado fallido? Me rehúso a aceptarlo, y si hoy escribo esto no es por la nostalgia, sino por el anhelo de ese espíritu que aún pervive, que aún impulsa a muchos creyentes de que lo que vivimos hoy no es México, México es mejor. Siempre lo ha sido…»
Aún es tiempo, podemos recuperar su espíritu si hacemos caso a Carlos Garza Falla (twitter.com/cgf59) quién en medio de la crisis del estadio expresó: “…en este instante lo de menos es identificar culpables, lo de mas es gritar que no queremos vivir así. Y actuar en consecuencia. TODOS” pues como decía el mensaje que leí en la red:
“México no puede ser así…”
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm
domingo, 14 de agosto de 2011
¡Gastos estúpidos!
Existen tantas percepciones de la realidad como seres humanos. Todas merecen el más absoluto respeto, que no será nunca lo mismo que “tolerancia”. El respeto es convicción de libertad, no se fractura, ni se rompe; la tolerancia, en cambio, nos encierra en una zona de confort y cuando se agota causa dolor, frustración y resentimiento. Lo que sigue son hechos y un comentario al final que podrían cambiar o no su percepción de la realidad.
Existe un país en áfrica, Somalia, con más o menos 10 millones de habitantes -nadie lo sabe de cierto porque el último censo se realizó en 1975. De ellos, el 37 por ciento está sufriendo los efectos de una prolongada sequía que los ha colocado en una situación de “crisis humanitaria” eufemismo empleado para no decir que, literalmente, unos 3.7 millones están muriendo de hambre incluyendo a 1.5 millones de niños.
La ONU advierte “la situación no ha llegado a su clímax” y que necesita apoyo de la comunidad internacional (léase nosotros a título individual) por 1,300 millones de dólares pues de los 2,400 solicitados a los países miembros para resolver la crisis solo ha recibido 1,100. De estos, Estados Unidos ha aportado 580 en lo que va del año y prometió 124 de dólares adicionales. Al respecto la secretario de estado, Hillary Clinton, recientemente declaró que “La crisis del hambre no es un acto de Dios… sino un complejo problema que se debe resolver con voluntad porque se puede evitar la escasez de alimentos por medio de acciones de los gobiernos y otras entidades…”
Otros hechos: a) El costo estimado del desarrollo del avión caza de la fuerza aérea americana (USAF) de 5ª generación el F-22 Raptor, capaz de volar a 2,120 kilómetros por hora fue de 62,000 millones de dólares; b) El costo del desarrollo, estimado conservadoramente, del avión caza de la USAF Falcon HTV-2, hipersónico capaz de volar a 20,000 kilómetros por hora y atacar cualquier blanco en una hora en cualquier parte del mundo; sería de 310,000 millones de dólares.
El gasto militar de las naciones altamente “desarrolladas” es absolutamente desproporcionado a sus ridículas aportaciones para enfrentar la tragedia somalí, pero no sorprende dada la cultura de depredación y temor que prevalece en todas ellas. Lo que sí es motivo de sorpresa fue la escasa respuesta favorable a una convocatoria que realicé para difundir el problema en la red social twitter y con ese solo acto apoyar a ese pueblo. También me sorprenden los reclamos que recibí entre ellos dos muy representativos: Dijo uno… “Ah, (y) con eso se arregla el problema, ¿no?” Dijo el otro…“Todo bien con Somalia pero nosotros estamos a toda madre ¿o qué?”
Es una realidad que México tiene muchos problemas pero también que muchos ciudadanos anónimos trabajan cotidianamente en su trinchera para resolverlos. Somalia esta frente a una tragedia de grandes proporciones que no puede resolver sola. De no ayudar, el impacto superará con mucho a las 230,000 muertes causadas por el tsunami del 2004. Por otro lado la sola difusión del problema puede ser decisiva para recaudar los fondos necesarios en una operación hormiga o para motivar a quienes gastan cantidades exorbitantes en armas que hoy seguramente se preguntan ¿Y Yo por qué?
“Barrer solo nuestro pedacito” ayuda y es un buen punto de partida, pero en el largo plazo no es sustentable, hay que promover el cambio en todos lados pues para la humanidad y el espíritu solidario no deberían existir fronteras. Lo que sí es que como dice la Sra. Hillary Clinton “…no es un acto de Dios…”
¡Son sus gastos estúpidos!
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm
Existe un país en áfrica, Somalia, con más o menos 10 millones de habitantes -nadie lo sabe de cierto porque el último censo se realizó en 1975. De ellos, el 37 por ciento está sufriendo los efectos de una prolongada sequía que los ha colocado en una situación de “crisis humanitaria” eufemismo empleado para no decir que, literalmente, unos 3.7 millones están muriendo de hambre incluyendo a 1.5 millones de niños.
La ONU advierte “la situación no ha llegado a su clímax” y que necesita apoyo de la comunidad internacional (léase nosotros a título individual) por 1,300 millones de dólares pues de los 2,400 solicitados a los países miembros para resolver la crisis solo ha recibido 1,100. De estos, Estados Unidos ha aportado 580 en lo que va del año y prometió 124 de dólares adicionales. Al respecto la secretario de estado, Hillary Clinton, recientemente declaró que “La crisis del hambre no es un acto de Dios… sino un complejo problema que se debe resolver con voluntad porque se puede evitar la escasez de alimentos por medio de acciones de los gobiernos y otras entidades…”
Otros hechos: a) El costo estimado del desarrollo del avión caza de la fuerza aérea americana (USAF) de 5ª generación el F-22 Raptor, capaz de volar a 2,120 kilómetros por hora fue de 62,000 millones de dólares; b) El costo del desarrollo, estimado conservadoramente, del avión caza de la USAF Falcon HTV-2, hipersónico capaz de volar a 20,000 kilómetros por hora y atacar cualquier blanco en una hora en cualquier parte del mundo; sería de 310,000 millones de dólares.
El gasto militar de las naciones altamente “desarrolladas” es absolutamente desproporcionado a sus ridículas aportaciones para enfrentar la tragedia somalí, pero no sorprende dada la cultura de depredación y temor que prevalece en todas ellas. Lo que sí es motivo de sorpresa fue la escasa respuesta favorable a una convocatoria que realicé para difundir el problema en la red social twitter y con ese solo acto apoyar a ese pueblo. También me sorprenden los reclamos que recibí entre ellos dos muy representativos: Dijo uno… “Ah, (y) con eso se arregla el problema, ¿no?” Dijo el otro…“Todo bien con Somalia pero nosotros estamos a toda madre ¿o qué?”
Es una realidad que México tiene muchos problemas pero también que muchos ciudadanos anónimos trabajan cotidianamente en su trinchera para resolverlos. Somalia esta frente a una tragedia de grandes proporciones que no puede resolver sola. De no ayudar, el impacto superará con mucho a las 230,000 muertes causadas por el tsunami del 2004. Por otro lado la sola difusión del problema puede ser decisiva para recaudar los fondos necesarios en una operación hormiga o para motivar a quienes gastan cantidades exorbitantes en armas que hoy seguramente se preguntan ¿Y Yo por qué?
“Barrer solo nuestro pedacito” ayuda y es un buen punto de partida, pero en el largo plazo no es sustentable, hay que promover el cambio en todos lados pues para la humanidad y el espíritu solidario no deberían existir fronteras. Lo que sí es que como dice la Sra. Hillary Clinton “…no es un acto de Dios…”
¡Son sus gastos estúpidos!
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm
domingo, 7 de agosto de 2011
¡Sálvese quien pueda!
La polarización de los Estados Unidos es ahora más que obvia por la intransigencia del fundamentalismo de los partidos demócrata y republicano. Particularmente el de estos últimos, quienes no perdonan la entrega de la oficina oval a un afroamericano.
Lo anterior provocó el fracaso, pues no se le puede llamar de otra manera, de las negociaciones sobre el techo de endeudamiento. Evitaron declararse en suspensión de pagos sin embargo lo único que hicieron fue alargar la mecha, el problema de fondo aún persiste.
La consecuencia inmediata fueron dos impactos directos al orgullo americano: la baja de la calificación crediticia de su deuda y el regaño de su antítesis y principal acreedor, ¡China! Pero lo importante es el efecto en la gobernabilidad del país más poderoso que debilita aún más, a la ya de por sí precaria economía de un mundo que además padece hambruna, descontento social, represión, guerras, terrorismo, narcotráfico, alteraciones climáticas, entre otras calamidades.
La recesión económica mundial que inició en el segundo semestre del año 2008, dejó prendidas con alfileres a las economías del mundo que aún no atinaban a recuperarse a tres años de distancia. Hoy después de esto, tienen muchos menos alfileres.
En los inicios del problema, antes de su toma de posesión el 20 de enero de 2009, el entonces candidato electo, Barack Hussein Obama se encontró en medio de la debacle buscando medidas para contener la crisis.
Ya como presidente, para disminuir el excesivo gasto heredado de administraciones anteriores, programó el retiro de las tropas de Afganistán e Irak y limitó la participación de su país en el conflicto en Libia entre otras acciones.
También adoptó medidas para intentar controlar la avaricia de las grandes corporaciones que fueron el disparador y culpables en primera instancia de la crisis; y sin dinero, pretendió cumplir sus promesas de campaña; ¡ah, mil perdones! lo olvidaba, atender la cargada agenda de seguridad nacional: energía, terrorismo, narcotráfico, etcétera y de pilón, a los pedinches del vecindario a quienes diría Don Teofilito, ¡Qué no ven a la burra cargada de palos!
No obstante, el destino alcanzó a Barack Obama por no medir las grandes expectativas que creó en sus electores el “Sí podemos”; ni el enorme poder de una oposición irreductible, atrincherada en sus posiciones fundamentalistas.
Esta situación se parece aquella cuando, a las 21:08 horas del 13 de septiembre de 1970, el piloto del módulo de mando de la misión Apolo XIII, Jack Swigert exclamó “¡Houston, tenemos un problema…!” con una pequeña diferencia, hoy no tenemos un Houston a quien recurrir pero si tenemos a una poderosa locomotora está fuera de control (EEUU), con el maquinista maniatado (Obama), dos locos peleando por el control (demócratas y republicanos) y los vagones atiborrados de pasajeros apanicados (el resto de los países del mundo) gritando:
¡Sálvese quien pueda! pues el paradigma vigente se desquebraja.
PS: Receta para sobrevivir: Ahorre (acumular reservas), pague la tanda (servicio de la deuda), apriétese el cinturón (reducir el gasto no productivo), conserve su empleo (mantener la planta productiva); siembre, crie gallinas, etc... (autosuficiencia alimentaria)
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm
Lo anterior provocó el fracaso, pues no se le puede llamar de otra manera, de las negociaciones sobre el techo de endeudamiento. Evitaron declararse en suspensión de pagos sin embargo lo único que hicieron fue alargar la mecha, el problema de fondo aún persiste.
La consecuencia inmediata fueron dos impactos directos al orgullo americano: la baja de la calificación crediticia de su deuda y el regaño de su antítesis y principal acreedor, ¡China! Pero lo importante es el efecto en la gobernabilidad del país más poderoso que debilita aún más, a la ya de por sí precaria economía de un mundo que además padece hambruna, descontento social, represión, guerras, terrorismo, narcotráfico, alteraciones climáticas, entre otras calamidades.
La recesión económica mundial que inició en el segundo semestre del año 2008, dejó prendidas con alfileres a las economías del mundo que aún no atinaban a recuperarse a tres años de distancia. Hoy después de esto, tienen muchos menos alfileres.
En los inicios del problema, antes de su toma de posesión el 20 de enero de 2009, el entonces candidato electo, Barack Hussein Obama se encontró en medio de la debacle buscando medidas para contener la crisis.
Ya como presidente, para disminuir el excesivo gasto heredado de administraciones anteriores, programó el retiro de las tropas de Afganistán e Irak y limitó la participación de su país en el conflicto en Libia entre otras acciones.
También adoptó medidas para intentar controlar la avaricia de las grandes corporaciones que fueron el disparador y culpables en primera instancia de la crisis; y sin dinero, pretendió cumplir sus promesas de campaña; ¡ah, mil perdones! lo olvidaba, atender la cargada agenda de seguridad nacional: energía, terrorismo, narcotráfico, etcétera y de pilón, a los pedinches del vecindario a quienes diría Don Teofilito, ¡Qué no ven a la burra cargada de palos!
No obstante, el destino alcanzó a Barack Obama por no medir las grandes expectativas que creó en sus electores el “Sí podemos”; ni el enorme poder de una oposición irreductible, atrincherada en sus posiciones fundamentalistas.
Esta situación se parece aquella cuando, a las 21:08 horas del 13 de septiembre de 1970, el piloto del módulo de mando de la misión Apolo XIII, Jack Swigert exclamó “¡Houston, tenemos un problema…!” con una pequeña diferencia, hoy no tenemos un Houston a quien recurrir pero si tenemos a una poderosa locomotora está fuera de control (EEUU), con el maquinista maniatado (Obama), dos locos peleando por el control (demócratas y republicanos) y los vagones atiborrados de pasajeros apanicados (el resto de los países del mundo) gritando:
¡Sálvese quien pueda! pues el paradigma vigente se desquebraja.
PS: Receta para sobrevivir: Ahorre (acumular reservas), pague la tanda (servicio de la deuda), apriétese el cinturón (reducir el gasto no productivo), conserve su empleo (mantener la planta productiva); siembre, crie gallinas, etc... (autosuficiencia alimentaria)
Con mis mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
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