El cierre del
2011 es realmente alentador. Todo lo que de una forma u otra desde hace ya
algunos años se anticipó en esta columna respecto a la recesión mundial del 2008,
las crisis que enfrentan actualmente las grandes economías, la avidez de las
naciones desarrolladas por los energéticos, el factor China, el impacto
climático, el efecto del narcotráfico en nuestra vida cotidiana, el
fundamentalismo religioso y político, la hambruna, los estallidos sociales, el
movimiento de los indignados, la coerción de las libertades civiles, la violación de la soberanía de los estados,
la influencia de las redes sociales; se ha cumplido con un razonable margen de
error.
Y dirá usted,
con todo el derecho e indignación, ¡Es el colmo de lo absurdo que pueda
considerar a esas calamidades como alentadoras!
Apelando al
último verso de la poesía “Las dos linternas” de Ramón de Campoamor (1817-1901) que dice: «Y es que en el mundo traidor nada es verdad
ni es mentira todo es según el color del cristal con que se mira» le pido
que no abandone la lectura y conozca mi punto de vista.
La recesióndel 2008 y el riesgo de colapso actual de las economías, sumado a los
estallidos sociales, el número creciente de gobiernos de izquierda y la indignación manifiesta en muchos países
del mundo son hechos que aun los más renuentes han tenido que aceptar como
evidencia indiscutible del agotamiento del sistema impuesto a partir del término de la 2ª Guerra Mundial. De ahí que algunos de los países poderosos ya se han manifestado a favor de implantar un nuevo orden económico mundial más
justo y equitativo.
La motivación principal de los que disfrutan la riqueza del mundo es el temor a perder su
apego al poder político y/o económico. Esos oscuros personajes -léase
explotadores y pillos de cualquier ralea y escala de operaciones- que antes
actuaban con la valentía de la soberbia, ahora están verdaderamente conscientes
del peligro inminente que corren y tienen mucho miedo a perder su hegemonía.
Evidencia de
esto es la promoción que unos hacen de leyes, con el pretexto del combate al
terrorismo y al narcotráfico, que restringen las garantías constitucionales y
los derechos políticos de los ciudadanos para evitar que escapen a su control;
y otros de acciones en las que renuncian voluntariamente a parte de sus
fortunas en favor de las clases más necesitadas
Por su parte,
un número creciente de ciudadanos de todos los países del orbe, son ahora
conscientes de que el estado actual de las cosas permanecerá si no se llevan a
cabo acciones para promover el cambio a escala global.
Lo que hasta
hace unos pocos años era inconcebible, la protesta global a un mismo tiempo,
hoy es una realidad utilizando los medios de comunicación y coordinación que
provee la Internet. Baste como ejemplo las
manifestaciones que el pasado 15 de octubre se llevaron a cabo en todo
el mundo.
En síntesis,
las calamidades actuales han servido para ordenar el desalojo de las campanas
de cristal donde por muchos años, los pertenecientes a la clase media y los que
detentan el poder, disfrutamos de una zona de confort. Todos, tirios y troyanos,
saldrán obligados por las circunstancias pero eso sí, con una pastilla de
“ubicatex” en el estómago y nueva conciencia en el equipaje.
¿Cuál será el
nuevo orden mundial? No atino a concebirlo. Con toda seguridad no será el mundo
ideal que románticamente he soñado, pero tampoco el mundo de hoy plagado de
soberbia, avaricia, excesos y atrocidades de todo tipo. ¿Será el parto sin
dolor? Difícilmente pues el sistema actual se defenderá hasta el último
momento.
Sin embargo,
es un hecho, la calma chicha de antaño se tornó en vientos del cambio justamente
por las calamidades que sufrimos hoy y esto es muy, muy alentador.
Con mis
mejores deseos,
Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm
Solo una palabra amigo: CAMBIO es inevitable.
ResponderBorrarQue tengas una excelente semana!
Ciertamente estamos pasando por un proceso de cambio que bien puede llamarse "depuración"
ResponderBorrarun abrazo
El cambio, el nuevo Orden, se viene, es inevitable, todo lo que sube tiene que bajar y les toca resbalar de la pirámide de Maslow a los bandidos que han dominado el planeta durante más de 50 años. Aferrados o medio-aferrados al poder, hay un desgaste, que es su ignorancia, sobre todo en relación a la manera que tiene el Pueblo (the crowd) de comunicarse y relacionarse entre sí, por medio de este maravilloso Internet y sus redes sociales. Así somos capaces de boicotear, como si expandiéramos un virus, cualquier injusticia que veamos que se nos comete. Hoy ya no hay manera de esconder las atrocidades, la corrupción ni la mafia. Hoy están todos desenmascarados y su viejo sistema de comunicación, de espionaje, ya no resulta. El Pueblo (the crowd) es una masa imposible de doblegar porque "estando unida, jamás será vencida".
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarPara reflexionar y algo más mi querido amigo
ResponderBorrarFísico un cambio, eso nos hace falta en este país ¡ojala! se de. que tenga un maravilloso inicio de semana. gracias por compartir.
ResponderBorrarelia*