-¡Qué
le puedo decir Señor! Escogimos bien el lugar pero parece que algo no nos
funcionó bien con la semilla…
Sin
contestar, el interpelado descendió un par de escalones, sentó en el cómodo
sillón del mirador y quedó fascinado como siempre ante la vista de miríadas de
estrellas entre las cuáles destacaba ya aquel hermoso planeta azul... Bebió un
breve sorbo de la copa de vino que le aguardaba y se perdió en los recuerdos,
maravillosos unos, atroces otros, de aquella su última visita.
-Hace
ya mucho tiempo que no venía Señor…
-Si,
es mucho para ellos, muy poco para nosotros…contestó, para ser exactos 2010 de
sus años…
No
es fácil olvidarlos pensó para sus adentros ¡Cómo hacerlo! Sí son una especie
muy querida. Seres que en la receta de su creación se incluyó como ingrediente
el drama permanente del dilema.
Congruentes
con su naturaleza los opuestos les definen: Sentimientos de temor y amor,
conciencia e ignorancia, humildad y soberbia, generosidad y avaricia, todos a
un tiempo, en el mismo crisol, dieron como resultado la maravillosa diversidad
de su existencia, se dijo, el Amor para estas criaturas no lo es sin él sazón
del sufrimiento...
-Pero
aquí estamos nuevamente…
-¿Puedo
preguntar por qué Señor?
-Las
cosas no les han ido bien últimamente. Han llegado a extremos peligrosos. La
situación es de tal forma delicada, que está en riesgo su permanencia y la
verdad no veo como puedan corregir el rumbo sin nuestra ayuda. El balance no
nos resultó perfecto. Al principio el dilema cumple su propósito, mantiene el
equilibrio, pero pronto se pierde y periódicamente hay que intervenir para
recobrarlo. Eso fue justamente lo que hicimos en nuestra última visita…
-Y
si, continuó, los equilibrios se han roto. Los efectos de la prelación de la
ignorancia, el temor, la avaricia y la soberbia sobre la conciencia, el amor,
la generosidad y la humildad humanas están ahí, salvo para aquellos que
prefieren no ver y encerrase en una esfera de cristal.
-Y
si, no solo se requiere “un” ajuste, se requiere una operación mayor. En una
época donde el uso de indicadores está de moda, el principal de ellos, el apego
a los valores se desplomó, está perdiendo la batalla en todas las regiones,
niveles y sectores de la actividad humana.”
Muchos pensarán que la anterior es una
visión pesimista del mundo. Sin lugar a dudas, todos tenemos el derecho al
optimismo, pero los hechos están ahí. A ellos les diría, si el “indicador de
los valores” no les convence, que vean entonces los síntomas de la enfermedad.
Ya no digamos desde la perspectiva global y académica que utiliza palabras
extrañas como geopolítica, hegemonías, plutocracias, globalización entre otras
tantas.
Véanla tan solo desde la perspectiva
de lo que está a la vuelta de la esquina, con lo que nos topamos todos los días
en nuestras comunidades: corrupción, desempleo, inseguridad, alcoholismo,
violencia, drogadicción, depredación ambiental y pobreza extrema entre otros
tantos males que nos aquejan. Porque justo ahí, en lo más cercano, es donde
está la solución.
Mucho se ha dicho que no basta con
señalar, que hay que aportar soluciones. Y es correcto.
Solo que la solución no cabe esperarla
de alguien más. La solución está en todos. Cada uno en la medida de sus
posibilidades. Cada uno en la trinchera que le corresponde como padre,
empleado, patrón, líder, político, hijo, esposo, funcionario público… Cada uno
cuando tenga que elegir la siguiente nota de su vida habrá de considerar que la
conciencia, el amor, la generosidad y la humildad no le son ajenos; que siempre
han estado en nosotros; como ingredientes de la maravillosa receta de la
diversidad humana; reconociendo que los hechos, hechos son y que lo que cuenta
es la actitud con la que se enfrentan…
Cuenta la leyenda que el último rey de
Granada, Boabdil, en el camino a su exilio en las Alpujarras, cuando estaba en
la cima de una colina, volteó la cabeza para ver su ciudad por última vez y
lloró, escuchando entonces de su madre la sultana Aixa, el duro reproche
"no llores como una mujer lo que no supiste defender como un hombre”.
Lo que ocurrió entonces con el rey
Boabdil fue que no supo reconocer sus debilidades y en consecuencia no supo
como superarlas. A esa colina se le llamó desde entonces la colina del Suspiro
del Moro…
En el país ganó nuevamente la
ignorancia, el temor, la avaricia y la soberbia sobre la conciencia, el amor,
la generosidad y la humildad humana; y es muy lamentable. La razón, el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador que no correspondió a las expectativas de los millones de mexicanos que
colocaron su fe en él.
Su liderazgo fue insuficiente para vencer a un contrincante del cuál no se podía esperar más que justamente lo que hizo; también que fue insuficiente para capturar los votos que le hicieron falta para ganar fuera de toda duda; y más insuficiente aún para demostrar con toda contundencia las irregularidades de la elección.
Un liderazgo que en suma no supo reconocer sus debilidades y en consecuencia no las superó. Esto no es percepción son simplemente los hechos.
Su liderazgo fue insuficiente para vencer a un contrincante del cuál no se podía esperar más que justamente lo que hizo; también que fue insuficiente para capturar los votos que le hicieron falta para ganar fuera de toda duda; y más insuficiente aún para demostrar con toda contundencia las irregularidades de la elección.
Un liderazgo que en suma no supo reconocer sus debilidades y en consecuencia no las superó. Esto no es percepción son simplemente los hechos.
Y ahora, reconociendo los hechos aunque
duelan, nos toca hacer lo necesario para para defender la Patria de sus enemigos,
haciendo lo correcto, justo en nuestra trinchera.
Reciban un afectuoso abrazo,
Enrique
Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm
Muy bien tus alegorías con lo que acaba de suceder en el Tribunal. Sin embargo...Por primera vez no estoy de acuerdo con tu artículo, porque no considero que son hechos los comentarios del último párrafo aunque no logro distinguir, lo confieso, quien es quien en los dos liderazgos que comentas, ¿O es tan solo uno? Mil disculpas Enrique y en lo que si estoy de acuerdo es en este artículo de La Jornada que lo anexo para enriquecer los comentarios (como siempre gracias por tus artículos aunque pueda no estar de acuerdo con ellos):
ResponderBorrarhttp://indignados.jornada.com.mx/recientes/201cbfque-democracia-es-esta-201d-pregunta-yosoy132-texto-completo-de-la-carta-abierta-al-pueblo-de-mexico-leida-frente-al-tepjf
Corrijo: Mas bien la última parte del artículo es en la que considero que puede ser el punto divergente con mi percepción de los hechos, ya que en sí, el contenido del mismo que es un llamado a la cooperación, el amor, la honestidad, etc., después del juicio, imposible no estar de acuerdo! Un abrazo
BorrarEl liderazgo fallido a que me refiero es al de AMLO, de hecho ya corregí el texto para dar más claridad y de hecho si es un llamado a corregir el rumbo de la ignorancia y el temor a la conciencia y al amor.
BorrarLos dos opuestos forman parte de la naturaleza humana y están en todos y cada uno de nosotros no los podemos separar pero si evitar los desequilibrios que hoy imperan.
Un abrazo!1
Físico, yo no se mucho de política, pero los acontecimientos que se acaban de llevar a cabo de las elecciones, no fueron muy honestos, ni transparentes a los ojos de todos los que fuimos a votar y no nos fue permitido hacerlo, sin embargo ¡ojala! el Sr. Enrique Peña Nieto cumpla sus promesas hechas en campaña y sobre todo que al llegar a la Presidencia, siga siendo tan tolerante como hasta ahora, ya que la situación se torna muy peligrosa ante el enojo y la impotencia de muchas personas y que son sobre todo los jóvenes los que mas se manifiestan sin miedo al autoritarismo que impera por desgracia en nuestro país, no queremos otro 68. dios no lo permita.
ResponderBorrarque tenga feliz fin de semana.
elia*