Las fiestas de Guadalupe a Reyes terminaron.
Las maletas se cerraron y con ellas se fue la cercanía de los afectos, de la
familia, de los hijos que retoman una vida de la que, cada vez más, solo
podemos ver a la distancia las alegrías, los sinsabores, la madurez y el crecimiento.
Cada uno en su ruta, cada uno a su ritmo.
Para las alegrías el gozo compartido,
para los sinsabores solo el consejo acaso pedido y la maravillosa caja de herramientas que con Amor se dotó cotidianamente de valores, ejemplo y
educación. Así, la rueda de la vida concluyó otro ciclo que sinceramente espero
haya sido para todos pleno de experiencias, lecciones aprendidas y de
rompimiento con lo que nos hace intolerantes a la felicidad: el “así debe ser”.
Y a propósito de estas fechas ¿Saben
que me trajeron Santa y los Reyes Magos? A ver si adivinan, ¿Cuál es el juego
que no te conduce a la frustración o al desengaño?, ¿Cuál es el juego en el que
siempre disfrutas con los pequeños logros?, ¿Cuál es el juego en el que siempre
tienes otra oportunidad?, ¿Cuál es el juego en el que no tienes a quien echarle
la culpa si las cosas no resultan como esperabas?, ¿Cuál es el juego que no
crea resentimientos?, ¿Cuál es el juego en el que puedes avanzar a tú ritmo?.
El nombre del juego para los que no adivinaron
es “El Rompecabezas de la Vida”. Un juego donde nuestra visión del futuro es la
figura en la caja que con paciencia y fe siempre podemos alcanzar; donde la
felicidad se alcanza cotidianamente con los pequeños o grandes logros al
colocar cada pieza en su lugar, antes que con el resultado final; donde si equivocas
la responsabilidad es tuya, pero donde también sólo tú eres responsable de volver
a empezar; donde puedes avanzar a tu propio ritmo si dejas de compararte con
los demás; donde la única regla, para no crear resentimientos, es que tus
acciones se den en armonía encajando las piezas suavemente, sin forzarlas.
Y ya para dar vuelta a la página y poner
punto final al 2011, parafraseando a una apreciada lectora, Isabelle Rousseau,
les diré que quizás el mejor deseo que se le puede hacer a un amigo es "no
desear nada", lo cual equivale a que sin carencias estén contentos con lo
que tienen… pero no en un sentido conformista y si con la alegría de vivir por
el milagro que somos…
Reciban un cariñoso abrazo,
Enrique
Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm
Felicidades Enrique me gusto mucho este artículo que hace pensar y analizar tanto nuestra vida como la de nustros familiares y como la vmos alimentando, tambien me gusto mucho las referencias que marcas en tus escritos anteriores
ResponderBorrarFeliz año 2012
Felicidades Enrique me gusto mucho este artículo que hace pensar y analizar tanto nuestra vida como la de nustros familiares y como la vmos alimentando, tambien me gusto mucho las referencias que marcas en tus escritos anteriores
ResponderBorrarFeliz año 2012
Físico, muy cierto su escrito, dicen por ahí y dicen bien, uno es el arquitecto de su propio destino, yo tambien lo creo. Gracias por compartirnos sus pensamientos. Que Dios me lo bendiga siempre.
ResponderBorrarElia*
Hablar del rompecabezas de la vida, es un buen tema, del cual me encanta comentar. Es emocionante y a la vez tan complicado porque resulta que nuestro rompecabezas es como un holograma!, Este hecho me fascina. A veces pensamos que estamos a punto de definir cuál era esa imagen, y resulta que nos movimos tantito del curso y chas! cambió!
ResponderBorrarNuestras etapas de la vida piden este constante cambio y depende de nosotros si es para mejorar; concluyendo mi plática Enrique, acepto con gusto ese regalo lleno de Nada, porque así he sido muy feliz. Muchas gracias!!!! :) Saludos
nora